Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 25: Festival de medianoche, una noche emocionante con el villano (3)

Traducido por Shroedinger

Editado por Hime


Yuri sintió la mirada de Lakis en su espalda, pero no se dio la vuelta hasta entrar a su habitación.

Ella se inclinó ante la puerta cerrada. Un aire más frío que el de la sala de estar golpeó sus mejillas húmedas.

Levantó la mano y se secó las lágrimas que le estaban enfriando la piel. Después de que hubiera pasado el breve momento de ensueño, un vacío familiar llenó su corazón.

En cuanto a si era algo bueno o no, no podía decirlo en aquel momento.

♦ ♦ ♦

Tal vez ella tuviera la culpa, pero a la mañana siguiente, el aire en la casa fue un poco incómodo.

—Buenos días, señor Lakis.

Yuri lo saludó primero. Su rostro tranquilo, como si nada hubiera pasado la noche anterior.

Él se recostó de lado en el sofá y, en silencio, miró su rostro inexpresivo durante un rato antes de responder:

[Sí, buenos días]

Ambos decidieron ignorar los eventos del día anterior.

—Bueno, entonces me voy a trabajar.

Un rato después, Yuri salió por la puerta a la misma hora que de costumbre.

[Cuídate]

Lakis se apoyó en el sofá y la vio irse.

Los pies de Yuri que atravesaban la puerta principal se detuvieron por un momento. Ella miró brevemente al rubio y luego se fue.

♦ ♦ ♦

Después de que Yuri se marchara, Lakis escuchó en silencio los pasos que se alejaban. Todavía era temprano en la mañana. Afuera estaba un poco inquieto con la gente que estaba a punto de comenzar su día.

El rubio cubrió su herida con su brazo y levantó del asiento el cuerpo todavía dolorido. Sus pasos mientras se movía hacia la ventana eran silenciosos. Se escondió en la sombra y se asomó por la leve rendija de las cortinas.

Sus ojos azules eran fríos y afilados bajo el sol, como una película rota sobre un lago. El aire a su alrededor era tan helado que era difícil creer que él fuera la persona aparentemente inofensiva y gentil que despedía al dueño de la casa hacía unos momentos.

«¿Oye, Lakis? Realmente no hice nada extraño ayer. ¡De verdad!»

Después de que Yuri se fuera, el insecto notó el estado de ánimo del antiguo rey del inframundo, y puso excusas una vez más.

Su voz marchita sonaba desinflada, mezclada con una débil sensación de acusación. Lakis lo había interrogado y torturado mentalmente durante la noche, así que, por supuesto, la voz en su cabeza estaba un poco deprimida.

La razón de eso se debió naturalmente a lo sucedido con Yuri. La pelinegra parecía extraña mientras sostenía la mano de Lakis e incluso  había llorado; esa vista aún permanecía ante sus ojos azules.

Lakis también sabía que los hechos del día anterior no se debían a que el parásito de su cuerpo llevara a cabo algún otro plan. Pero incluso entonces, no podía imaginar qué demonios había pasado. Al menos se sintió aliviado al ver que ella parecía estar bien antes de irse al trabajo.

«Por cierto, ¿De verdad vas a salir?»

Preguntó la voz en su cabeza, cambiando de tema.

“Si.”

Como decía, Lakis planeaba salir aquel día. Por supuesto, como su cuerpo aún no estaba completamente recuperado, sería demasiado si se esforzaba. Pero incluso si ese fuera el caso, no podía permanecer de brazos cruzados.

En su mente, el rubio repitió una vez más el nombre del lugar como le habían dicho hacía algún tiempo.

Grey Ferret

Y dado que era el Este, significaba que estaba bajo la jurisdicción de la familia Crawford. Así que mientras no se revelara su identidad, valía la pena moverse.

«Pero Lakis… Todo eso está bien y todo, pero por ahora solo toma un poco más de medicina digestiva antes de irte. Uuuk, todavía quiero vomitar.»

El sonido que resonaba en su cabeza finalmente hizo que el rostro de Lakis se arrugara en un ceño fruncido.

“Oh, por un jodido demonio… no vomites en la cabeza de alguien como un pedazo de mierda.” 

La razón por la que el bicho actuaba así era el desayuno de aquella mañana. Nuevamente, el aperitivo que Yuri hizo, fue provocador de vómitos, pero al igual que antes, Lakis se lo comió todo.

Como resultado, Lakis estaba mucho más delgado que al despertar por la mañana. De hecho, él era resistente a la mayoría de las drogas, por lo que no fue fácil lograr que lo afectaran, lo que significaba que había vaciado la mitad del frasco de medicina digestiva.

Dicho esto, era cierto que su estómago todavía se sentía mareado, así que escuchó el insecto y vertió más medicina digestiva en su garganta.

«Uf. Finalmente me siento aliviado. Quiero decir, ¡Todo esto se debe a que sigues masticando toda esa basura!»

Quizás el coraje del bicho parásito había revivido mientras tanto, porque se estremeció como si no hubiera considerado el estado de ánimo de Lakis y gruñó.

«Uf, no he probado nada tan malo desde la comida de cuando estábamos en esa tumba.»

Lakis se sintió perturbado por esas palabras. Porque recordó una memoria de su pasado que ni siquiera quería recordar.

Era un recuerdo de hace mucho tiempo, cuando estaba en la “tumba” de la que hablaba el bicho. Ese lugar también fue donde Lakis adquirió al ruidoso parásito.

Se la llamó “tumba” porque nadie salía con vida. La única excepción a eso fue él. Pero tuvieron que pasar cinco años para huir de ese lugar repugnante. Y luego, mató a todos los que ayudaron a ponerlo allí.

Para otros, después de que su padre, el antiguo señor de Carnot, muriera de una enfermedad, su hijo había asesinado a todos los competidores y ganado el trono, pero la verdad era diferente. En primer lugar, quién mató a su padre, el ex rey, fue el mismo Lakis.

No tenía ninguna razón para dejarlo vivir. No fue suficiente que ese hombre estableciera ese asqueroso instituto de investigación en Carnot, pero era un bastardo loco que usó incluso a su hijo como un experimento.

Lakis sonrió con frialdad y apretó con más fuerza la droga que tenía en la mano.

El frasco de medicina en su mano se rompió en pedazos.

El insecto contuvo la respiración al darse cuenta de inmediato que el humor de Lakis se había vuelto feo debido a su desliz de  lengua.

Una energía feroz rodeó al rubio cuando pisó los pedazos rotos de la botella y derramó la medicina en el suelo.

Al final, todos los que lo sometieron a ese humillante recuerdo murieron hacía mucho tiempo y el lugar que le recordaba esos recuerdos ahora también estaba en ruinas. Lakis lo había hecho de esa manera con sus propias manos.

Así que esta vez también sería lo mismo.

El traidor tendría un final apropiado.

Lakis esperó hasta que el ruido de la gente de los alrededores se calmara. Para obtener información mientras se recuperaba, había un lugar al que tenía que ir primero.

♦ ♦ ♦

Mi día en la cafetería fue bastante similar a cualquier otro día. Es decir, si excluyes el hecho de que realmente no pude concentrarme porque seguí pensando en lo que pasó con Lakis anoche.

La última vez, froté mi cara con su mano, y esta vez incluso lloré frente a él. El hecho de que hice esto, me hizo sentir algo similar a la “vergüenza”. Una emoción que no había sentido en un tiempo.

Lo llamo “similar a la vergüenza” porque lo que estaba sintiendo en ese momento era tan mediocre que me era difícil llamarlo vergüenza. Si pudiera sentir las emociones normalmente, probablemente habría destruido al menos algunas paredes.

Supongo que estaba teniendo más pensamientos inútiles ya que era un tiempo de inactividad y no entraban muchos clientes. Mientras limpiaba la taza húmeda con la toalla de secado, decidí pensar en otra cosa para refrescar mi estado de ánimo.

Como esperaba, una usual solicitud del cliente (de mi trabajo como Arachne) llegaba en aquel momento. Querían que obtuviera algo en su nombre de la subasta secreta. Honestamente para mí, dado que de todos modos estaban usando su dinero para una oferta costosa, ¿No sería más simple y más fácil simplemente pedirme que se lo robe?

Pero parece que mi cliente no piensa lo mismo.

Bueno, tampoco tengo la intención de atraer a un ciudadano oriental honesto al mundo del crimen.

—Señorita Yuri, este festival de primavera, ¿Te gustaría ir con…?

—Tengo un compromiso previo.

Me di la vuelta después de rechazar mi decimonovena invitación del día. Había mucha gente con tal invitación hoy, probablemente porque el día del festival se acercaba. Por supuesto, los rechacé a todos.

Y probablemente por eso el ambiente en la cafetería era algo sombrío.

—Guau, señorita Yuri, tan popular como se esperaba.

Snow, que venía a tomar café como de costumbre, habló después de mirarme un rato. Parecía muy intrigado por la situación actual.

—Así que tiene un compromiso previo, señorita Yuri. De alguna manera, pensé que no eras del tipo que se interesa en cosas como festivales.

El pensamiento de Snow estaba en lo cierto. Ir al festival era simplemente por Anne-Marie. No porque estuviera realmente interesada en ir.

—Saber que la señorita Yuri si va, de alguna manera me da ganas de ir también… urgh.

—Sí, tomaré su pedido.

Me di la vuelta antes de que Snow pudiera siquiera terminar su oración y me dirigí hacia otro cliente. Escuché murmullos malhumorados sobre mi frialdad detrás de mí, pero también lo ignoré.

Snow no se quedó mucho tiempo en la tienda, pronto pagó su café y salió por la puerta.

Entonces, de repente, sentí algo parecido a una mirada y volví la cabeza.

Se escucharon graznidos en el cielo.

“Sólo cuervos, eh.”

Cuando vi a las aves volando frente a la tienda, pensé en Odin. El trabajo que le di parecía estar tomando más tiempo del que pensaba.

Aparté la vista de la puerta abierta y regresé al interior de la tienda.

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