Una Verdadera Estrella – Capítulo 120: Auto rescate (2)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Los dos lacayos de Su Qi Cheng se fueron un poco de mala gana. Las tres cámaras dentro de la habitación todavía estaban apagadas. Tang Feng pensó que Su Qi Cheng probablemente no tenía la afición de filmarse estando en la cama.

—Tengo mucha curiosidad por saber por qué no me has pedido que te suelte, sino que me pides que duerma contigo. —Su Qi Cheng se quitó la corbata y logró liberar el nudo después de dos o tres intentos. Tiró la corbata a un lado. Parecía que le gustaba la sugerencia de Tang Feng de que él personalmente se acercara al plato.

—En primer lugar, no me escucharías, así que es mejor que no malgaste el aliento implorándote que me liberes. En segundo lugar, después de pensar un poco, entre tú y tus lacayos, te prefiero a ti por mucho. Además, si alguna vez descubrimos que somos muy adecuados el uno para el otro, podrías renunciar a la idea de captar todo esto en video. —La frente de Tang Feng ya estaba empezando a cubrirse con una fina capa de sudor. Bajo la luz, parecía un brillo nacarado que se sumaba a su encanto.

Cuando un caballero comienza a quitarse la ropa, sabes que ese es el momento en el que cambiará de personalidad.

—Eres muy inteligente, pero tu inteligencia no hace que la gente se sienta irritada contigo. Más bien, te hace aún más agradable. No es de extrañar que a Lu Tian Chen le hayas gustado. Incluso Charles sigue enamorado de ti. —Su Qi Cheng se quitó la chaqueta y caminó hacia la cama. Extendió la mano y acarició la mejilla de Tang Feng. Su movimiento fue un poco rudo, aludiendo claramente a sus deseos ocultos.

Bueno. La actuación de Tang Feng estaba funcionando. Tal vez incluso un poco demasiado bien.

—Entre Charles y Lu Tian Chen, ¿cuál de ellos es mejor en la cama? —A menudo, las personas que parecían ser cultas y muy inteligentes, tenían un lado extraño y perverso. Quizás fue porque pasaron tanto tiempo reprimiendo sus deseos todos los días, que cuando llegaron a sus límites, explotarían de una manera aterradora.

—No puedo compararlos. Lu Tian Chen nunca me ha puesto una mano encima. —Tang Feng dijo la verdad, y Su Qi Cheng se rio después de escucharlo.

Incluso si Su Qi Cheng había estado ansioso por dejar que sus lacayos trataran con Tang Feng antes, sus ojos todavía se iluminaron con una sonrisa después de escuchar que Tang Feng nunca se había acostado con Lu Tian Chen.

Los deseos de los hombres eran caprichosos. Siempre lo han sido.

—Increíble. Pero él tiene un lado así. Enfoca demasiada atención en tratar de mantener sus manos limpias. O, más bien, es demasiado egoísta y orgulloso como para permitirse hacer algo que vaya en contra de su propio orgullo. —Los dedos de Su Qi Cheng bajaron y comenzaron a desabotonar su camisa. Debajo de su aspecto culto, había un físico bien construido. No era tan robusto y hermoso como el de Charles, pero sí digno de elogio.

Su Qi Cheng dirigió una mirada a Tang Feng y agarró los hombros del actor con bastante fuerza. —Me gustan tus ojos. He pensado que son hermosos desde que te conocí. Creo que se volverán aún más hermosos cuando se llenen de lágrimas más tarde.

—Por favor… sé gentil. No me gusta el dolor. —Tang Feng se sintió disgustado solo por dejar que esas palabras pasaran por sus labios. No obstante, sabía que ese tipo de frases serían como una tentación irresistible para Su Qi Cheng.

Como era de esperar, en el momento en que Tang Feng terminó de hablar, Su Qi Cheng se acercó a él. Los labios de Tang Feng se vieron atrapados en un beso áspero y deliberadamente gritó en voz alta, alarmado.

Bang

La puerta se abrió de golpe. Los dos hombres vestidos de negro corrieron dentro de la habitación, sosteniendo armas en sus manos.

Tang Feng echó un vistazo a las armas; no creía que fueran juguetes. Esto podría llegar a ser un desastre.

— ¡Fuera de aquí! —Su Qi Cheng gritó después de ser interrumpido abruptamente. — ¡Apártense de mi vista! ¡Sin un pedido de mi parte, no vuelvan a entrar!

Los dos lacayos de Su Qi Cheng miraron a Tang Feng y llegaron a la conclusión de que, una persona que ha sido drogada posiblemente no podría vencer a su jefe en una pelea. Con ese pensamiento en mente, abandonaron obedientemente la habitación y cerraron la puerta detrás de ellos.

Una vez que se cerró la puerta, Su Qi Cheng se inclinó y besó a Tang Feng con impaciencia. La lucha feroz entre sus labios y dientes hizo que los efectos de la droga fueran más intensos para Tang Feng. Frunció el ceño, el calor que estaba quemando su abdomen inferior estaba empezando a deshilacharse en las cuerdas de su fuerza de voluntad.

Al sentir la incomodidad de Tang Feng, Su Qi Cheng soltó los labios del actor y sonrió. —Los efectos de la droga parecen estar tomando control. Te haré sentir cómodo, y trataré de ser amable.

— ¿Se supone que debo agradecerte? —Tang Feng respiró hondo y apretó su agarre sobre las sábanas.

—No, solo tienes que gritar y gemir como te plazca. Me gustó bastante tu grito de antes. —Mientras hablaba, Su Qi Cheng extendió la mano y rasgó la camisa de Tang Feng.

Tang Feng suspiró para sí mismo. ¿Su Qi Cheng realmente era una bestia salvaje? Mi camisa…


[Shisai: ¡Qué forma de terminar un capítulo!]

2 respuestas a “Una Verdadera Estrella – Capítulo 120: Auto rescate (2)”

  1. Jajaja y la preocupación de Tang Feng “mi camisa” 🤣🤣🤣 caramba y yo preocupada q ni Charles ni Lu Tian Chen llegan y tiran la puerta de una patada 😅😅😅
    Gracias por la droga 😆😆😆

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido