Traducido por Kiara
Editado por Sakuya
—Nunca esperé que fueras tú, One-Pun.
Hisith sonrió fríamente con un tinte de incredulidad.
La figura que apareció de repente frente a Shi Xiaobai llevaba una capa blanca sobre un traje ajustado amarillo. Sus rasgos faciales eran suaves, y la parte superior de su cabeza era lisa, no había un solo mechón de cabello. ¡Era el Héroe, Baldy One-Pun, quien previamente había salvado a Shi Xiaobai de las manos de Sahadun!
Después de pellizcar la carta de póker, One-Pun la lanzó suavemente hacia la mano de Hisith. Suspiró cuando dijo. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 39: Esa carta de póker”
Traducido por Zico
Editado por Sakuya
El alboroto continuó cuando varios novatos comenzaron a saltar de alegría. Después de todo, la mayoría de los novatos estaban en el primer o segundo nivel del Reino Psiónico Mortal. Cuando se trataba del Escudo de Ondas de Shi Xiaobai, sólo los novatos del tercer nivel del Reino Psiónico podían estar seguros de poder destruirlo. Así que ahora que Shi Xiaobai había ganado el juego de Hisith, mucha gente dio un suspiro de alivio.
Chen Lingcun también suspiró de alivio, pero al mismo tiempo, sintió una extraña sensación de preocupación. En su opinión, todo el asunto parecía tener muchos agujeros sospechosos. Que el juego terminara tan repentinamente hizo que estos agujeros parecieran aún más sospechosos. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 38: Entrega rápida de tu ropa interior”
Traducido por Kiara
Editado por Sakuya
Al escuchar el impulso de Shi Xiaobai, Hisith quedó momentáneamente aturdido. Inmediatamente después de eso, reveló una extraña sonrisa. Volteó el pequeño cuaderno a la cuarta página y anunció.
—A continuación, Xiang Wu.
Shi Xiaobai se sorprendió un poco al escuchar esto. Cuando disolvió el escudo frente a él, miró hacia la esquina izquierda. El hombre llamado Xiang Wu era, en su opinión, una persona independiente y libre, una persona digna de respeto.
Xiang Wu no era alto. Sus rasgos faciales cincelados lo hacían parecer heroico. Llevaba una camiseta blanca, bajo un traje negro, parecía una vestimenta de samurai. Cuando caminaba, era como una espada escondida en su vaina. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 37: La Elección Absoluta cambia enérgicamente el resultado”
El autobús se detuvo en la entrada del pueblo. El conductor les explicó a sus pasajeros que los vehículos no tenían permitida la entrada; por lo que, debían bajar y caminar hasta la sala ancestral. Seguí leyendo “Matrimonio Fantasma – Capítulo 2”
Mi nombre es K, y soy un gato.
¿Es una letra del alfabeto realmente mi nombre? No. En realidad tengo otro nombre, pero espero que no te preocupes demasiado por eso. Entonces, K es suficiente.
Lo mencioné antes, pero soy un gato. Desde las puntas de mis orejas hasta el final de mi cola, llevo un lindo pelaje negro. A diferencia de los de razas mixtas comunes, mi pelaje no tiene ni un cabello de un tono diferente. Este color sin adulterar atestigua a mi noble pedigrí.
Lo que es más, mi superioridad no se detiene solo con mi pelaje. Proporciones perfectamente equilibradas; orejas alertas y cola curvada con gracia, en otras palabras, soy perfecto. Además, puedo aterrizar sin hacer ruido desde cualquier altura con mis patas suaves y gruesas. Seguí leyendo “Gato K – Capítulo 3”
Traducido por Shisai
Editado por Ayanami
Solo se necesitaban tres palabras para describir Hollywood: feria de vanidad.
Calcular el éxito de una celebridad es fácil: ¿son famosos y rentables? Ambos aspectos siempre van de la mano.
Cada año, todos los festivales de cine, principales, producirían un Mejor actor y una Mejor actriz. Era fácil adivinar, cuántas personas recibirían esos títulos cada año. Había muchos buenos actores y actrices en el mundo, pero era raro encontrar a alguien que fuera encantador, tanto en pantalla como fuera de ella. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 2 – Capítulo 15: Una oportunidad”
Traducido por Kiara
Editado por Nemoné
La campaña itinerante de Elena comenzó a viajar por la capital más lentamente que nunca. Afortunadamente, Mirabelle había recuperado su fuerza después de unos pocos días, pero después de ese incidente, Elena fue aún más cautelosa que nunca.
—Realmente me siento mejor ahora, hermana.
—Lo sé. Seguí leyendo “Dama Caballero – Capítulo 22: ¿Me estoy perdiendo algo?”