Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Hablando de ser sentimental… La negatividad y la oscuridad en mis pensamientos, debido a preocuparme por mis circunstancias yo sola, se volvió mucho más brillante gracias a la visita de Mel.
Ahora bien, como de costumbre, está intentando irse de nuevo. Me gustaría que lo hiciera después de hablar un poco más, hasta que me sintiera más positiva y feliz… Creo que es un deseo muy egoísta, pero seguramente me perdonará por ello.
Seguí leyendo “Lady Rose – Capítulo 25”
Traducido por Ichigo
Editado por Dimah
La tarde siguiente, Cordelia, en la puerta de entrada del invernadero, colgó una etiqueta de madera en la que se leía “en medio de un experimento” y secretamente, se dirigió a la ciudad junto con Ronnie.
El traje que Ronnie había preparado para Cordelia era una túnica de mago, usada por los niños, y ella, con la capucha, cubrió completamente su cabeza. No había muchas chicas de la ciudad con pelo rubio platinado, y las que tenían ojos rojos eran aún más raras. Por eso, si alguien veía esa combinación de pelo y ojos, sabría que era una noble. Ronnie estaba preocupado por eso y parecía haber elegido la túnica con el propósito de ocultar la mayor cantidad posible de rasgos de Cordelia. La niña prefería la ropa de chica de pueblo, pero no tuvo más remedio que aceptar la túnica ya que él había expuesto tan válidas razones. Eso fue porque su objetivo no es disfrazarse como un personaje de ficción -una chica de pueblo- sino para obtener un utensilio que le permitiera pasar la magia. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 6: El encuentro de una chica noble de incógnito”
Traducido por Ichigo
Editado por Ayanami
—Señor Wolf, moveré la medicina extra hacia allá.
—Gracias.
Le di las gracias sin mirar. Los ligeros pasos de Lily se alejaron apresuradamente y, poco después, la puerta se cerró detrás de ella.
Seguí leyendo “La Princesa derriba banderas – Capítulo 128: El murmullo del próximo jefe”
Traducido por Ichigo
Editado por Ayanami
Después de terminar, Han Dong volvió primero al dormitorio.
No fue hasta la tarde que Yu Ming se arrastró de vuelta con un paso débil.
—Oye, ¿te lo has pasado bien? —Han Dong preguntó deliberadamente. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 115: Calma”