Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 1: Hola, entrenador

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Foro de cine nacional norteamericano

Título: ¿Por qué la próxima película planeada de la saga de héroes es «El hijo del cielo»?

Contenido: Entiendo por qué la productora quiere lanzar «El hijo del cielo». El mercado cinematográfico chino está creciendo y Hollywood le está prestando atención. Pero, sinceramente, teniendo en cuenta la mísera cuota de China, ¿cuánto puede aportar a la taquilla mundial? Así que realmente no entiendo por qué están impulsando «El hijo del cielo».

Respuesta 1: El autor se contradice, primero dice que lo entiende y luego que no.

Respuesta 2: Una gran productora tiene sus razones para lanzar «El hijo del cielo», dirigida por actores chinos. ¿Es realmente necesario que el autor se preocupe por sus decisiones?

Respuesta del autor: De acuerdo, entonces ¿por qué elegir a Tang Feng? Parece que hay varias razones. En primer lugar, tiene dotes interpretativas, ya que ganó el premio al mejor actor en el Festival de Venecia. Pero su actuación me parece limitada. ¿Se puede juzgar la habilidad de un actor basándose sólo en una o dos películas? Es bueno interpretando personajes vulnerables, pero dudo de su capacidad para interpretar a un héroe. En segundo lugar, la popularidad de Tang Feng es alta ahora debido a sus acciones heroicas durante su secuestro. Pero, sinceramente, ¿qué puede hacer un actor? Al final, fue la policía internacional quien los salvó. Su popularidad es temporal; el público va al cine a ver una película, no a un héroe mediático.

♦ ♦ ♦

Después de que Hollywood anunciara el comienzo de «El hijo del cielo» con Tang Feng como protagonista, surgieron discusiones como ésta en diversos foros. Algunos se alegraban de que un actor chino irrumpiera por fin en Hollywood, mientras que a otros les preocupaba que la película no funcionara bien en taquilla.

Una cosa era segura: Tang Feng iba a protagonizar una película de Hollywood como único protagonista y se trataba de una producción de 140 millones de dólares. La noticia atrajo rápidamente la atención de todo el mundo. Algunos lo relacionaron con la política, otros se limitaron a aplaudir a Tang Feng y otros lo observaron en secreto con envidia e impotencia.

Después de hojear unos cuantos hilos de discusión, Lu Tian Chen cerró el ordenador en silencio. Pronto, la secretaria llamó suavemente a la puerta de su despacho.

—Señor Lu, la reunión comienza en cinco minutos.

♦ ♦ ♦

—Para asegurar la distribución de la película y maximizar los esfuerzos de promoción, propongo que nuestra empresa colabore con la suya en «El hijo del cielo». Nuestra empresa puede aportar parte de los fondos de producción de la película y, a cambio, nos llevaremos una parte de los ingresos de la taquilla nacional.

Sentado en una silla de madera de sándalo, Lu Tian Chen entregó un contrato a Robert, quien estaba frente a él. El plan inicial de «El hijo del cielo» se anunció en Estados Unidos. Como asesor jefe de la productora, Robert vino a China personalmente, diciendo que quería conocer a Tang Feng y también recorrer China, con la esperanza de experimentar el encanto de esta misteriosa tierra oriental y preparar la producción de la película.

—Hoy en día, los riesgos de la industria cinematográfica son cada vez mayores, debido sobre todo al aumento de los costes de producción y a la inflación. Especialmente para una película nueva, los riesgos que corremos son aún mayores. Sinceramente, señor Lu, su propuesta es muy tentadora. Podría aliviar eficazmente algunas de las presiones sobre los costes de la película. Se lo comunicaré a los de arriba, y creo que estarán de acuerdo —comentó Robert con una sonrisa, claramente muy interesado en la propuesta de colaboración.

Las películas de Hollywood no ganan mucho en China una vez deducidos diversos gastos de promoción, pero esto podría abrir otra puerta a futuras colaboraciones con más productoras de Hollywood. Por lo que beneficiaría a la futura carrera de Tang Feng.

Las negociaciones sobre la película fueron muy fluidas. Aunque Lu Tian Chen no tenía conocimientos de cine, al fin y al cabo era un hombre de negocios. A lo largo del proceso, Tang Feng daba ocasionalmente sus sugerencias, pero la mayor parte del tiempo eran Lu Tian Chen y Robert los que discutían y negociaban.

A ninguno de los dos le gustaba perder el tiempo; con unas pocas palabras, concluyeron su discusión y se fueron cada uno por su lado. A Robert no le gustaban las llamadas cenas de negocios y no tenía ese concepto en el extranjero. Tras la reunión, regresó a su hotel para estar con su mujer y sus hijos, ya que hoy tenía previsto subir a la Gran Muralla de Beijing.

—¿Sabes lo que pensé cuando me enteré de que hoy iba a escalar la Gran Muralla? —dijo Tang Feng con una sonrisa.

—¿Que se cansaría? —preguntó Lu Tian Chen mientras salía de la oficina.

Tang Feng negó con la cabeza.

—Estoy seguro que en «El hijo del cielo» habrá una escena relacionada con la Gran Muralla. Nadie puede resistirse a su grandeza y belleza.

Había pasado algún tiempo desde que retomaron sus papeles normales de jefe y empleado. Entonces era un invierno nevado; ahora, era la estación cálida y floreciente de la primavera. A pesar de los restos del frío invernal en la brisa primaveral, la cálida luz del sol ya había atravesado la espesa niebla, extendiendo su suave calor por toda la tierra.

Acostumbrado a vivir solo en su vida anterior, Tang Feng no se quejaba de su vida actual. Tenía un pequeño esclavo en casa y su carrera prosperaba; todo parecía ir bien. A veces, cuando se reunía con Lu Tian Chen para hablar de trabajo y veía su habitual sonrisa amable, Tang Feng no podía evitar pensar en sus días juntos, siendo cuidado y atendido, algo que a nadie disgustaría.

Pero no se arrepintió de su decisión. La visita de Robert también incluía la firma de un contrato con la empresa de Tang Feng, que ofrecía un salario de cinco millones de dólares, pagados de una sola vez y sin participación en los beneficios. Para un actor chino, esto ya era bastante bueno, sobre todo teniendo en cuenta que aún era un recién llegado.

Una película de éxito repentino no significa mucho; todos los años hay caballos negros en la industria cinematográfica, pero no muchos dejan una impresión duradera. La razón por la que Robert eligió a Tang Feng era simple: con sus años de experiencia, vio que el actor era humilde y trabajador, cualidades que podían asegurarle una carrera más larga en la industria.

Incluso el mejor vino, si se entierra bajo tierra para siempre, acaba por secarse. Del mismo modo, una persona con talento y mal carácter con la que nadie quiera trabajar también se desvanecerá.

—La película tiene bastantes escenas de acción. La empresa ha contratado a un entrenador para que te guíe durante tres meses. Aunque sea duro, hazlo lo mejor que puedas —comentó Xiao Yu, haciendo una profunda reverencia—. ¡Por favor, asegúrate de aprender bien del entrenador!

—¿Has estado viendo demasiados dramas coreanos o japoneses? —Tang Feng, el cual estaba bebiendo té tranquilamente en la oficina de Xiao Yu, casi escupió su té ante su gesto dramático.

—¡Por favor! —dijo ella enérgicamente, sin dejar de inclinarse.

—Sí, sí, lo sé. Entrenaré duro y con diligencia.

—¡Asegúrate de llevarte bien con el entrenador!

—Sí, lo haré.

—El entrenador ya está en el gimnasio de la empresa. Por favor, ve ahí ahora.

—¿Ah? —Tang Feng dejó su taza de té—. Xiao Yu, ¿por qué no me lo dijiste antes?

—Esto… Esto también es una orden de última hora de los de arriba.

No debería hacer esperar al entrenador. De lo contrario, Tang Feng sintió que le tocarían tres meses difíciles. Sin más charla, pidió la dirección y tomó el ascensor hasta el gimnasio. Cuando se abrió la puerta del ascensor, alguien conocido estaba dentro.

—¿Zhang Ruicheng? —lo reconoció de inmediato.

Recordaba poco después de su renacimiento, cuando aún mantenía una relación un tanto adversa con Chen Ming Xu. El presentador le había puesto las cosas difíciles deliberadamente al pedirle que llamara a una gran estrella y Gino había acabado interviniendo para ayudarlo.

Al principio, había planeado llamar a Zhang Ruicheng, un nuevo recluta de la empresa. Sin embargo, ha pasado un año desde que este debutó, y ambos fueron dirigidos inicialmente por Xiao Yu. Ahora, Xiao Yu sólo es responsable de él.

—Hermano Tang, ¿te diriges a la oficina del presidente? —preguntó Zhang Ruicheng con una sonrisa entusiasta, como un pequeño fanatico.

Tang Feng rara vez aparecía en la empresa, y sólo se había encontrado con Zhang Ruicheng una vez cuando fue a ver a Xiao Yu.

—No, voy al gimnasio —respondió amablemente Tang Feng, iniciando una conversación con él—. ¿Qué has estado haciendo últimamente, Ruicheng?

—Uff, ¿en qué podría estar ocupada una estrella menor como yo? Sólo hago pequeños papeles en algunas películas. No tengo las impresionantes dotes interpretativas que tú tienes, hermano Tang, así que estoy destinado a papeles secundarios —Zhang Ruicheng soltó dos risitas—. Hermano Tang, he visto todas tus películas. Tu actuación es increíble; ahora eres mi ídolo.

—Tú también llegarás a ser grande, sigue trabajando duro.

Después de charlar brevemente, Tang Feng le dio algunos consejos de actuación, y pronto el ascensor llegó a la planta del gimnasio. Después de despedirse de Zhang Ruicheng, se dirigió a la zona VIP del gimnasio, como Xiao Yu había instruido. Ahí vio a su entrenador.

—Señor Lu, ¿está haciendo esto para ahorrar dinero?

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