Dicen que nací hija de un rey – Capítulo 02: ¿Una tonta hija y niña? (3)

Traducido por Lucy

Editado por Meli


Enero 1, 1004. Hoy es el día de la trigésima segunda princesa o ceremonia de niña de Kim Sanghee. Conocí a doce madres y treinta y dos hermanas mayores, al parecer hay una hermana menor, pero la vi. Las ceremonias de niñas no son eventos tan importantes.

Mi mundo era muy pequeño. Tenía experiencia indirecta con libros, pero no había estado más allá de mi habitación, excepto por el comedor y algunos espacios limitados que el perro mayor usaba. No tenía el derecho de moverme.

Es la primera vez que veo el palacio, es muy espacioso y hay muchas habitaciones vacías porque son demasiado grandes.

—Princesa, di hola. Ella es la cuarta reina.

Oh, ya estoy cansada.

Los cuartos de las reinas están muy alejados entre sí. Para ser precisa, el edificio mismo es diferente, cada uno está por lo menos a doscientos metros del otro.

Es como un moderno castillo de la Edad Media, hay escaleras y elevadores. Todo funciona por maná, es asombroso.

El duro recorrido de tres horas, es demasiado para este destartalado cuerpo mío. Cuando saludé a la duodécima reina estaba agotada.

—Es tiempo de conocer a las princesas. Estoy segura que las demás te amarán porque eres inteligente y hermosa.  —dijo Song Soojin con una sonrisa.

Es lindo que Song Soojin, piense así, sin embargo es probable que veinte de mis  treinta y dos hermanas mayores me odien. Ellas interactúan entre sí en un mundo desconocido para mí.

—Soojin, escuché que hay muchos rumores de mí incluso entre los ayudantes.

—¡Sí! ¡Dicen que eres un genio, que podría haber cambiar el mundo, si hubieras nacido un príncipe!

Mi yo de siete años creería ese discurso, pero no soy una niña, no soy una ignorante del mundo que aún cree que puede casarse con su papá.

El punto culminante de la ceremonia de las niñas era el encuentro cara a cara con mis hermanas. Las princesas menores de quince años participaban juntas.

—¿Cómo estás?

—Eres Sanghee, eres brillante, ¿verdad? Oh, puedes irte. Necesitamos tener una reunión entre las princesas.

Wow, hay muchas personas.

—Pero tu expresión no luce apropiada.

Soy consciente de que el palacio real está lleno de rumores sobre que soy cercana a los dos príncipes. La verdad es que no puedo ir a sus habitaciones, más bien, ellos vienen seguido a la mía.

Este es un lugar donde charlamos con simples tentempiés y té caliente. Tardará más de veinte minutos saludarnos entre nosotras.

Sin embargo, algo pasó cuando llegó el turno de la décimo séptima princesa.

—¿No tienes sentido común?

—¿Qué…?

La décimo séptima princesa fue al baño y nadie me había dicho. ¿Cómo iba a saberlo entre tantas niñas?

—¿Me estás ignorando?

La atmósfera se volvió fría.

No tienes que estar tan nerviosa, son solo niñas, no obstante, ¿cuántas de las  treinta y dos estarán de mi lado?

—Incluso hay un rumor de que estoy comiendo con un perro.

—Oh, dios mío.

Esto es lo que había pasado: saludé a la décimo octava princesa primero, no a la décima séptima.

¿Qué podía hacer? ¿Quién es la décima séptima princesa? ¿Cómo sé quién es la décima octava princesa?

Era obvio que querían destruir el espíritu de las nuevas y establecer orden de jerarquía. Era un tenebroso y ridículo primer juego de princesas.

—Lo siento mucho. No lo sabía.

—Tú. ¿Cuál es mi nombre?

Por suerte, aun con solo siete años y un cerebro, había memorizado el nombre y rostro de todas, pero la princesa Kang Heeyoung caminó rápido a la mesa y levantó una taza de té que debería estar caliente.

No puede ser. ¿Vas a tirármelo? Está echando vapor ahora mismo,  está caliente¿no es así? No puede ser. No puede ser…

¿Qué clase de chica hace eso? Considerando que las otras hermanas no la están frenando, significa que fue un acuerdo entre ellas.

Traté de no evitarlo, pero terminé haciéndolo sin darme cuenta. El vestido estaba mojado, pero no tocó mi cara.

—Eres una chica buena para nada, ¿cómo te atreves a evitarlo? —me reprendió Kang Heeyoung y me abofeteó.

En este punto estaba más que asustada. No podía derrotarla, así que lo soporté, no era el momento de causar problemas.

—Tú. Dime lo que hiciste mal.

—Evite el agua que mi hermana arrojó.

—¿Y?

—No lo sé… Si me enseñas, me aseguraré de corregirlo.

Kang Heeyoung rió sin ganas. Entonces, los rostros de las princesas, que parecían estar muy lejos, cerca de veinticinco en la jerarquía, se acercaron a contemplarme.

—Oye, Choi Siyeon, ven aquí.

Choi Siyeon, si recuerdo correctamente, era la princesa número veintitrés.

—Tú. ¿No vas a recibir una educación adecuada?

—Lo siento… hermana.

¿Qué clase de educación? Es mi primera vez aquí. No importa qué, no puedo decirles “no lo sé”. No puedo hacer eso, además, ni siquiera podía hablar. ¿Qué clase de ejército es este? ¿Por qué no puedo ser parte?

Choi Siyeon, fue golpeada en la mejilla. Oh, la atmósfera es hermosa. No entiendo por qué chicas en comienzos y en la mitad de su adolescencia son tan disciplinadas. 

—Oye, ¿dime qué hiciste mal? ¿No me responderás rápidamente?

¿Me diste tiempo para responder?

Choi Siyeon fue golpeada nuevamente, sus mejillas estaban enrojecidas.

—Cuando llamé el nombre de mi hermana, la llamé de manera grosera —respondió Choi Siyeon por mí.

Fue un error decir que ella es la princesa Kang Heeyoung. Kang “hee”, y “young” eran dos títulos diferentes. Accidentalmente la llamé Hee-young”, así que esta división se rompió.

¿Qué es este título tan rústico? ¿Qué clase de período es este?

En ese momento, la primera princesa Hwang Seah aplaudió con sus manos un par de veces.

—Será tiempo para las madres en un rato, así que háganlo moderadamente. Dejen que Siyeon haga el entrenamiento apropiadamente.

Cuando las madres aparezcan, seré nuevamente una niña.

Oh, mi mejilla duele, no estoy segura si el imbécil aparecerá en momentos como éste.

Recuerdo cuando Kim Seohee me reprendió y el segundo príncipe me defendió. Él es una molestia, pero es bueno que esté de mi lado.

Tienes que aguantarlo. Haré que todos ellos estén a mi lado.

Solo necesito superar la crisis actual. Si les muestro cosas buenas, su actitud hacia mí cambiará en algún momento. Es solo cuestión de cuánto tiempo me tardará hacerles cambiar de opinión.

Sin embargo, parecía que la disciplina que me exigían era solo a causa de sus celos y la envidia.

La puerta del salón se abrió.

—¡Bienvenido!

Una muñeca voló dentro.

—¡Imbécil! ¿Dónde estás? —tarareó el segundo príncipe desde el pasillo.

Kim Hwansung también apareció e ignorando a las princesas que lo saludaban, inclinó la cabeza en un par de ocasiones.

—¿Por qué están tus ropas mojadas?

—Me caí por accidente y volteé la mesa…

Kim Hwansung rió para afuera.

¿Qué es tan gracioso? Estaba molesta, porque tengo en la mano, la muñeca de trapo que tiró antes. Si no hubiera pensado me haría un favor, no me habría arruinado en primer lugar.

—Mi padre te llama. Hay una mujer esperando afuera, así que ve  —habló Kim Hwanseok de forma tranquila.

—Sí, príncipe.

No soy tan estúpida como para llamarlo hermano mayor aquí.

—Deja el círculo y ve.

—De acuerdo.

Caminé en silencio, él me estaba haciendo un favor. En la historia de las ceremonias de las niñas, nadie nunca ha entrado al salón donde la reunión está teniendo lugar. Soy la primera.

—¡Tonto perro! ¡La he traído! —gritó Kim Hwansung y arrojó la muñeca.

Oh… quiero golpearlo.

La puerta del salón se cerró.

Kim Hwanseok caminó hasta la mesa y tomó un libro grueso de la mesa. Entonces, señaló a la primera princesa, Hwang Seah.

—¿Sí, príncipe?

Hwang Seah se acercó a él con pasos rápidos. Kim Hwanseok levantó su pie y la pateó en el estómago.

Hwang Seah casi no pudo aguantar su grito. No puedes gritar si eres una princesa y un príncipe te golpea. Afortunadamente, el príncipe no puso demasiada fuerza.

—¿Te parezco un idiota?

—Oh, príncipe… ¿Por qué…?

Kim Hwanseok se sentó sobre la mesa.

—Todo el mundo de rodillas. —Todas se arrodillaron y él continuó—: la chica que me diga honestamente qué pasó está salvada.

Los rostros de las princesas palidecieron. Eventualmente, la princesa Hwan Seah reveló la verdad. Kim Hwanseok caminó despacio hasta la décimo séptima princesa, quién había arrojado su té sobre Sanghee. El rostro de Kang Heeyoung estaba lleno de vergüenza, y Kim Hwanseok se arrodilló e hizo contacto visual con ella.

—Uh, me has obligado…

—No sé de qué habla. ¡Yo nunca hice eso! —Kang Heeyoung apenas pudo abrir su boca, temblando.

Kim Hwanseok sonrió. Él la tomó por la barbilla y la levantó suavemente.

—Hoy, solo te estoy advirtiendo.  —Levantó su puño, y la golpeó en la cara. Hubo un sonido.

Kim Hwanseok sacudió su puño.

—No usé magia. —Kim Hwanseok pisó la cara de Kang Heeyoung—. Si lo haces de nuevo… entonces te mataré.

No eran palabras vacías. Si un príncipe decidía matar a una princesa, podía asesinar a todas las que quisiera. Así es este mundo.

—Si quieren tocar el trasero de alguien más, necesitan permiso del dueño, ¿no lo creen? —Kim Hwanseok miró a a todas las princesas.

Hubo un largo silencio. Nadie podía hablar.

—Si hay una chica que quiera morir, que haga lo que quiera.

Entonces dejó el salón. Las princesas bajaron la cabeza educadamente al príncipe que se fue.

—Hermano, ¿qué has estado haciendo?

Tienes que ser casual y femenina cuando dices esas cosas.

—Estoy aburrido. ¿Debería ir a buscar un poco de diversión?

¡Por favor, para! ¿No tienes todavía once años? Eres más viejo que esta desgraciada. Por favor, detente. Te lo ruego.

Pero lo olvidé. Kim Hwansung es solo astuto, pero Kim Hwanseok es malo.

—Perro. —Kim Hwanseok me miró.

Abrió la puerta. Esto significaba que lo siguiera.

Había un corredor bastante largo. Kim Hwanseok tiró la muñeca de trapo con mucha fuerza, y me observó con gran indiferencia. Él había utilizado su magia de fuerza. ¡Uso su maná!

—¡Vamos, perro! —Kim Hwansung gritó excitado desde atrás.

Entonces me hizo ir a buscar la muñeca de trapo. Me hizo repetir esto mismo por más de treinta minutos.

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