La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 88: El tímido príncipe de Nan Lin (2)

Traducido por Selena

Editado por Shiro


Sí. Sin saber por qué, de repente Murong Qi Qi sintió lástima.

Este mundo era muy exigente con las mujeres, las cuales eran débiles y necesitaban confiar en un hombre para sobrevivir. Por eso era indispensable que fueran humildes y que su vida girase alrededor del hombre. Entonces ellos jugarían con ellas. Una mujer como Guli, siendo tan audaz en público, y además jugando con «hombres», había muy pocas de ellas. Tal fémina murió, este mundo perdió una pequeña flor maravillosa…

Murong Qi Qi se puso en cuclillas y cerró los ojos de Guli.

—¡Príncipe, encontremos un lugar desde donde se puedan ver las montañas y los ríos para enterrar a Guli!

No mucho tiempo atrás, habían sido hostiles la una hacia la otra. Ahora, como mujer, la vulnerabilidad de Murong Qi Qi había sido despertada por las últimas lágrimas de Guli.

¿Qué mujer no era una flor pura al principio, cuando recién entraba en los brazos de un hombre con un corazón lleno de amor? Sin embargo, era sólo después de experimentar la traición que el corazón de una mujer se oscurecía, cosa que luego hacía que se comportaran de forma retorcida. Guli no era más que una persona lamentable.

—¡Bueno!

Feng Cang ayudó a Murong Qi Qi a levantarse y le dijo a sus sirvientes que enterraran a Guli. Cuando Helan Lian Yi vio que Guli había muerto, sólo frunció el ceño, para en seguida irse apresuradamente con Long Duo.

⧫ ⧫ ⧫

—¡Demasiado interesante!

Arriba, en la planta alta del Ciclamen, Jia Lan bebía su vino. Justo en este momento, había visto con claridad todo lo que había ocurrido. Llegados a este punto, finalmente entendió un poco por qué Feng Cang se había enamorado de Murong Qi Qi. Esta mujer tenía un gran talento, tanto para sorprender a la gente como para encantarla, haciendo que no pudieran dejar de mirarla. El baile de hacía un momento lo sorprendió a tal punto que por un momento quedó aturdido…

—Señor Jia Lan, la competencia eliminatoria está lista.

Una persona se presentó con una actitud respetuosa.

—Todo está listo, sólo estamos esperando que comience el torneo.

—¡Bien!

Jia Lan bebió la última botella de vino. Se puso de pie y le dirigió una mirada profunda Murong Qi Qi de nuevo.

—Llévame al lugar. Quiero revisarlo personalmente.

—¡Si!

El hombre vestido de azul se retiró a un lado y luego caminó detrás de Jia Lan.

—Señor, esta vez, nuestra competencia eliminatoria ciertamente los sorprenderá. Este subordinado siente que si tres personas pueden pasar, sería increíble.

—No menosprecies a esas personas…

Jia Lan no era tan optimista como el hombre vestido de azul.

—Por fuerte que seas, siempre habrá alguien mejor que tú.

—Pero, incluso dentro de los discípulos de la isla, no habían muchos que pudieran pasar la pagoda de siete niveles del señor Misha. Además, estos concursantes no se pueden comparar con la gente de nuestra isla de Penglai.

—Jaja, ten cuidado, deberías ser más precavido. ¿Quién puede garantizar que entre estos concursantes no haya un competidor del que poco sepamos y que pueda ganar?

Mientras decía eso, de pronto en la mente de Jia Lan apareció la imagen de Murong Qi Qi bailando.

No sé si esa mujer participará o no en el torneo de los cuatro países. Si ella colabora, ¡entonces el resultado será algo que valdrá la pena esperar!

⧫ ⧫ ⧫

El duelo terminó con la muerte de Guli y con Helan Lian Yi perdiendo cien mil taels de oro.

Justo cuando Feng Cang y Murong Qi Qi estaban a punto de irse, de repente Longze Jing Tian apareció frente a ella, mirándola con un profundo deseo en sus ojos, y sin molestarse en ocultarlo.

—Xian Er, ¿eres tú? ¡Te he buscado por mucho tiempo!

Resultó que el baile de Murong Qi Qi hizo que Longze Jing Tian pensara en el día en que Du Xian Er lo salvó en el bosque. Justo ahora, cuando estaba bailando, en su mente apareció repetidamente Du Xian Er, quien había aterrizado desde el cielo frente a él, completamente vestida de blanco. Cuando las dos figuras se superpusieron, coincidían muy bien.

—Príncipe Jing, por favor, compórtese con dignidad.

Murong Qi Qi retrocedió un paso y se acurrucó en los brazos de Feng Cang.

—¡No sé de qué está hablando! Si esta es la forma de atacar del Príncipe Jing, ¡sólo puedo decirle que esto es un error!

Incluso cuando Feng Cang, quien sostenía la mano de su princesa, se alejó, Longze Jing Tian todavía miraba con vehemencia a Murong Qi Qi.

—Xian Er, ¿eres tú? Al final, ¿eres realmente tú?

Las palabras de Longze Jing Tian llegaron a oídos de Murong Qing Lian, haciéndola disgustar aún más debido a esta tercera hermana mayor. Hoy, Murong Qi Qi dejó que la gente se sorprendiera.

¿Desde cuando esta mujer es capaz de seducir a los hombres? Los ojos de Feng Cang eran tan dulces y ahora Longze Jing Tian también está así. ¿Dónde hay algo bueno en esta mujer? 

Murong Qing Lian se mordió los labios y pisoteó sin piedad el suelo.

⧫ ⧫ ⧫

Cuando Feng Cang y Murong Qi Qi llegaron al ala Ciruela Fragante, Helan Lian Yi ya había enviado más de cien mil taels de oro.

—¿Lo contaste? ¿Lo revisaste todo? —Murong Qi Qi bebió un sorbo de té y le preguntó a Su Yue.

—Respondiendo a la señorita, ¡todo es verdadero y la cantidad también es correcta! —Su Yue se rió mientras respondía. Estaba de muy buen humor. Antes, a Fang Jing le preocupaba que para construir el mejor lugar del mundo para los negocios necesitaría mucho capital. Ahora, la señorita se fue sólo por un momento y regresó con cien mil taels de oro. Si el enano lo viera, seguramente estaría lo suficientemente feliz como para morir.

—Mm, ten cuidado. Guárdalo en un lugar seguro.

Cuando terminó de hablar, se giró y miró sonriente a Feng Cang.

—Príncipe, tienes una riqueza equivalente a la de una nación entera. Me temo que estos cien mil taels de oro ciertamente no son de importancia para ti. Tómalo como si ganara algo de dinero de bolsillo, ¿de acuerdo?

Ruyi, quien estaba escuchando esto, casi vomita sangre.

La princesa, realmente tiene un apetito de león, ¡ah! ¿Dónde hay una mujer en este mundo que tomaría cien mil taels de oro como dinero de bolsillo? Incluso las princesas del palacio no tienen tanto dinero, ¡ah!

—Originalmente este dinero te lo dio Helan Lian Yi para calmar tu conmoción. Naturalmente, es tu dinero. —Feng Cang sonrió y Ruyi casi se mordió la lengua.

¡El príncipe mima demasiado a la princesa! Pero dicho de esta manera, este dinero fue efectivamente ganado por ella.

—¡Entonces, gracias, príncipe!

Murong Qi Qi se levantó rápidamente para inclinarse y agradecer como correspondía a  Feng Cang. Cuando estaba a punto de agacharse, fue atraída a los brazos de él.

—Qing Qing, ¿no necesitas confesar algo? ¿Mmm? —Feng Cang alargó las últimas palabras. Su Yue y los demás vieron eso, y de inmediato supieron que ambos tenían algo que hablar, por lo que se retiraron silenciosamente. Una vez se fueron, no se olvidaron de cerrar la puerta con firmeza.

¿De qué está hablando el príncipe? ¿Qué debo confesar?

Murong Qi Qi parpadeó inocentemente como si no entendiera lo que Feng Cang quería decir.

—Tú, ah…

Al ver a Murong Qi Qi así, Feng Cang no quería obligarla.

¡Mientras esté segura y feliz, es suficiente!

Feng Cang pellizcó la nariz de ella; sus ojos llenos de ternura y amor.

—Tienes un pequeño secreto, pero no me importa eso. Estoy dispuesto a esperar el día en que me abras completamente tu corazón. Simplemente, la próxima vez que te encuentres con algún problema, ¡dímelo con anticipación para que no me preocupe tanto por tí!

Feng Cang no continuó insistiendo, sino que le permitió mantener su privacidad, cosa que la conmovió. Entonces tomó la iniciativa de lanzarse a sus brazos.

—Feng Cang, ¡realmente eres bueno conmigo!

—Qing Qing tampoco es mala conmigo, ¡ah! Hoy, ¿quién dijo repetidamente «Feng Cang es mi hombre» frente a todos?

Su rostro se enrojeció apenas esto fue traído a colación. Originalmente había dicho esas palabras para enojar a Guli y al mismo tiempo someter a esas mujeres malintencionadas como Murong Qing Lian, que se habían codiciar a Feng Cang. No había pensado mucho en ello. Aunque inesperadamente, él le recordó de esto.

Es demasiado vergonzoso, ah.

—En ese momento, lo dijiste tan directamente, ¿cómo es que ahora eres tan tímida? Mi reputación ha sido arruinada por ti. Qing Qing, dime, ¿no deberías compensarme?

La cara endiabladamente bella de Feng Cang se acercó a Murong Qi Qi. Ese par de ojos tranquilos estaban llenos de esplendor, por lo que ella no pudo evitar poner sus manos sobre su rostro.

—Feng Cang, te ves realmente encantador…—El decirle tal alabanza hizo que éste le diera una sonrisa de complicidad. Puso su mano de jade sobre sus labios y la besó suavemente.

—Qing Qing, si yo fuera una mujer y me alabaras así, me sentiría muy feliz. Pero soy un hombre. El ser alabado como una mujer, me entristece mucho. ¿Podría ser que Qing Qing está diciendo que soy afeminado?

—¡No, no es eso! —Murong Qi Qi inmediatamente hizo un gesto con la mano y con rapidez lo negó—. Nunca he visto a un hombre como tú. ¡Realmente eres una belleza diabólica!

En el momento en que escuchó «belleza diabólica», Feng Cang levantó la cabeza y le lanzó una mirada coqueta.

—Ya que Qing Qing me alaba como una belleza diabólica; si no hago algo para tentarla, ¿no dejaría de estar a la altura de los elogios de Qing Qing?

Sin esperar a que entendiera a lo que se refería, la hermosa cara de Feng Cang se acercó peligrosamente. Sus fuertes labios rojos atraparon a los suaves pétalos de Murong Qi Qi y los succionaron delicadamente.

Sus labios eran dulces, como el sabor de la manzana verde, haciéndolo sentir que estaba flotando en el cielo. Además, eran extremadamente suaves, y le dió la sensación de estar besando a las nubes. Entonces le mordió levemente los labios, aunque no se atrevió a usar mucha fuerza por temor a lastimarla.

La cara de Murong Qi Qi se puso roja debido a la vergüenza. Cerró los ojos y dejó escapar un pequeño gemido apenas audible. Sin embargo, jamás pensó que la presión cálida que sentía sobre sus labios se detendría abruptamente. Abrió los ojos con lentitud, encontrándose con la hermosa cara de Feng Cang completamente roja, pero al mirar sus ojos, se veía que éstos estaban llenos de angustia.

—¿Qué pasa? Qing Qing, ¿te lastimé al besarte?

Resultó que al escuchar el gemido que se le había escapado, creyó que la había lastimado. Por eso se detuvo.

Al mirar la expresión inquieta de Feng Cang y su cara roja, su corazón dio un vuelco.

¡Este hombre es demasiado lindo! ¿Qué tipo de audición tiene para confundir algo que es realmente agradable con doloroso? ¿Es que nunca ha besado antes?

Pensando hasta aquí, Murong Qi Qi una vez más lo miró. La cara del príncipe se puso aún más roja, no atreviéndose a mirar mucho a su mujer. En lugar de eso, sólo le dio una leve mirada para luego girarse con rapidez y ver un punto fijo en el techo. Estas acciones habían comprobado que su suposición era correcta.

—Príncipe, ¿acaso nunca habías besado a una chica antes? —preguntó con cuidado. Sus ojos fijos en la cara del otro.

¡Ahora, el rostro de Feng Cang realmente ardía, tanto que era doloroso!

¿Qué debería hacer? ¿Será que la lastimé? Estoy tan avergonzado que quisiera morir. ¿Por qué sucedió tal cosa? 

Esta era la primera vez que la besaba y le dejó una mala impresión. ¿Se reiría de él?

—¡Jaja!

Era la primera vez que ella lo veía de esta manera. Jamás pensó que sería tan tímido. En ese momento se podía sacar sangre de ese hermoso rostro. El rojo era tan brillante, que lo hacía lucir diabólicamente hermoso. Era sólo que este hombre se había avergonzado por un beso, ¡realmente demasiado lindo! Justo ahora, únicamente succionó sus labios como un bebé. ¡¿Podría ser que él pensara que esto era un beso?!

—Qing Qing se está riendo de mí…

El que Murong Qi Qi se riera de él hizo que su autoestima masculina quedara por el suelo. La había codiciado durante mucho tiempo, y hoy que había reunido el coraje para aprovecharse de ella, el resultado no fue el que esperaba.

Es una pena, ¡ah!

—¡Príncipe!

Al verlo así, ella se movió rápidamente hacia él y se acurrucó en el interior de sus brazos.

—Príncipe, ¡estoy muy contenta! —dijo y señaló su corazón—. ¡Aquí dentro me siento realmente feliz!

»¡Me gustan los hombres que son limpios como el Príncipe!

Entonces, es así… 

No sabía por qué, pero después de escuchar esas palabras, Feng Cang se sintió aliviado. Era como si el gran peso que había estado presionando sus hombros hubiese sido levantado.

Entonces, fue así…

—Este es el primer beso del príncipe, ¡estoy muy feliz! —Murong Qi Qi levantó la cabeza mientras se reía. El rostro deslumbrante lo aturdió—. Príncipe, justo ahora no me lastimaste… Es sólo que besar no es así…

Entonces las manos de Murong Qi Qi se entrelazaron alrededor del cuello de Feng Cang y tiraron de él para que bajara la cabeza, con lo que tomó la iniciativa de juntar sus labios.

Sus suaves labios se tocaron entre sí, y la lengua traviesa de Murong Qi Qi entró lentamente en la boca de Feng Cang. Sorprendido e incrédulo, agrandó mucho los ojos mientras observaba su rostro.

—¡Tonto, cierra los ojos! —se quejó sonrojándose. Feng Cang cerró rápidamente los ojos y repitió los movimientos que hizo ella con su lengua.

Entonces, así es como se siente besar, ¡ah! 

Feng Cang finalmente entendió que el roce y el toque de antes no se consideraban besos. Un beso real era constante y profundo. ¡Entonces, era de ésta manera!

Aunque Murong Qi Qi lo comenzó, no era experta en esta materia. Feng Cang abrió secretamente los ojos y la espió. Estaba con los ojos cerrados totalmente dominada por la sensación que le producía aquel beso. Su cara, tan pequeña como una palma, se encontraba rosada debido a la vergüenza. Mirándola se sintió aún más conmovido.

¡También era la primera vez para su Qing Qing! ¡El corazón de Feng Cang latía alegremente! Ella era tan dulce como la fragancia de las manzanas verdes, por lo que no estaba dispuesto a dejar ir este amor.

Después de un buen tiempo, Feng Cang la empujó suavemente.

—¡Qing Qing, no puedo más! —exclamó jadeando—. ¡Me temo que si continuamos así, no podré contenerme y querré comerte hoy!

—¡Príncipe! —Los ojos de Murong Qi Qi estaban aturdidos y llenos de tentación, estimulando todos sus sentidos.

—¡Qing Qing!

Feng Cang una vez la más atrajo, abrazándola. Sus labios rojos bajaron, no sobre sus labios sino en su frente.

—¡Qing Qing, te amo! Sin embargo, sin importar cuánto te ame o cuánto quiera tenerte por completo, ¡debo esperar hasta la noche de bodas! Quiero darte una boda sin igual. ¡Quiero dejar que te conviertas en la novia más bella! ¡No quiero destruir lo sagrado de un matrimonio! Qing Qing, ¡te amo!

Este hombre, ¡ah…! 

Apoyada contra el pecho de Feng Cang, escuchando sus rápidos latidos, el corazón de Murong Qi Qi se sintió dulce como la miel.

Al estar tan cerca de él, podía sentir su inquietud. Sin embargo, todavía estaba tratando de reprimirse. Su discurso también expresó la voz de su corazón. Obviamente, su deseo era enorme, pero aún lo soportaba. Realmente ya no sabía qué decir. Ella sólo podía acurrucarse tranquilamente en sus brazos y disfrutar de esta hermosa dulzura…

⧫ ⧫ ⧫

Debido al beso, los sentimientos de Feng Cang y Murong Qi Qi, una vez más, alcanzaron otro nivel. Y mientras tanto, en otro lugar, Wanyan Bao Zhu estaba creando un plan.

—Princesa, traje la droga.

Yong-er entró en la habitación, trayendo con ella el sabor de la noche. Se acercó rápidamente y le entregó a Wanyan Bao Zhu un paquete de drogas.

—El doctor dijo «siempre y cuando pongas un poco en la comida, dentro de una hora, causará diarrea». Incluso el médico más sabio no podría curarlo tan rápido. Con diarrea durante un par de días, ¡incluso las personas más sanas no podrán caminar!

—¡Excelente! ¡Muy bien!

Wanyan Bao Zhu sacó una horquilla y se la entregó a Yong-er.

—Esta es una recompensa para ti. ¡Cuídala mucho! ¡Mañana por la mañana, ingresa en la pequeña cocina y espolvorea un poco de droga en los platos!

—¡Gracias, princesa! ¡Esta sirvienta definitivamente completará la misión!

Después de obtener la horquilla, Yong-er se retiró alegremente. No sabía qué había pasado con la princesa Wanyan Bao Zhu recientemente. Ésta ya no seguía a Feng Cang con una mirada enamorada. En lugar de eso, se quedaba en casa todos los días, y era mucho más generosa que en el pasado. Ya le había regalado varios accesorios a Yong-er, sorprendiéndola y haciéndola mucho más feliz. Sintió que debido a que Ning-er había muerto y Chou-er se había ido, la princesa ahora estaba aún más atenta con ella. Por eso había sido tan generosa.

Yong-er se sentía agradecida con Wanyan Bao Zhu desde el fondo de su corazón. Por lo que se esforzó mucho más en hacer los mandados para su princesa.

Al ver la expresión feliz en Yong-er cuando se retiró, Wanyan Bao Zhu resopló con frialdad. Realmente era ciega. Con sólo unas pocas joyas, había sido sobornada en el momento que contó lo que había escuchado esta mañana. Murong Qi Qi había derrotado a la concursante de Nan Feng. Al enterarse de esto, el corazón de Wanyan Bao Zhu se contrajo por la rabia.

¿Por qué es tan afortunada esta mujer? ¿Cuándo aprendió artes marciales? ¿Por qué nunca había oído hablar de eso? ¿O es que Murong Qi Qi es tan intrigante que lo había estado ocultando? 

Pensando hasta allí, Wanyan Bao Zhu no pudo evitar pensar en esos cadáveres de Wu Ji Gong fuera de la ciudad. ¿Acaso todas esas personas habían sido asesinadas por Murong Qi Qi? Si realmente fuera así, entonces era muy aterradora.

Una pregunta se había enredado en el corazón de Wanyan Bao Zhu todo este tiempo. Se trataba de la causa de la muerte de Zhao Lang, así como la causa de la muerte de esas personas de Wu Ji Gong y la verdadera princesa. Ahora, Murong Qi Qi sabía artes marciales, y no pudo evitar unir estas dos cosas.

¿Pudo Murong Qi Qi haber hecho todo eso?

Era sólo que, sin importar cuánto pensara esta pregunta, no podía encontrar la respuesta. En cuanto a Mu Yu Die, desde que había regresado, estaba un poco loca. Desde entonces había estado manteniendo esa expresión aturdida y tonta. Aunque Jin Mo le recetó medicamentos, tratar de obtener información en un corto período de tiempo, era imposible. Ahora, lo único que ella podía hacer, era dejar que cada competidor fuera incapaz de participar en el torneo. ¡Para entonces, ya se vería cómo Murong Qi Qi podría convertirse en la princesa consorte de Nan Lin!

⧫ ⧫ ⧫

A la mañana siguiente, ni siquiera se había llegado al mediodía, cuando de las otras residencias llegó la noticia de que cada participante que desayunó se enfermó, tenían un fuerte dolor de estómago y diarrea. Cuando llegaron Feng Cang y Jin Mo, aparte de Wanyan Kang, quien se había quedado dormido y aún no había comido, los demás estaban pálidos.

—¡¿Qué pasó?!

Feng Cang fríamente observó todo el lugar, buscando pistas. Cuando su mirada se encontró con la de Wanyan Bao Zhu, ésta, que tenía una conciencia culpable, bajó ligeramente la cabeza.

—¡Primo hermano, alguien puso esto en los platos!

Wanyan Kang le entregó a Feng Cang un papel que habían encontrado en la esquina de la cocina. Jin Mo lo tomó y lo olfateó.

—Es croton en polvo.

—¿Croton en polvo?

El uso de croton en polvo no dañaría la vida de las personas, pero haría que tuvieran que ir al baño tan seguido que sus piernas se debilitarían. Por supuesto, no podrían participar en el torneo.

—¿Quién lo hizo?

—¡Es ella!

Wanyan Kang dejó que la gente sacara a una persona atada. En el momento en que miraron, vieron que era la criada personal de Wanyan Bao Zhu, Yong-er.

—Investigué a todos. Ella entró en la cocina esta mañana y actuó de forma muy inusual. ¡Definitivamente es ella!

—Dime, ¿quién te ordenó hacerlo?

La voz de Feng Cang era tranquila, pero la indiferencia y la frialdad que contenía la hicieron temblar.

—¡Dime!


Selena
Jejeje, tan tímido, yo también quiero estar en el lugar de Murong Qi Qi…

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