Marietta – Capítulo 13: Bailando contigo

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Aurora Blue


—¡Anunciando al Gran General Belvant Fargus y, representando al Reino de Stellaus, la Princesa Marietta Stellaus!

En este punto, todos los presentes sabían de las hazañas del héroe de Oltaire: Sir Belvant Fargus, además del alto perfil de la joven del país vecino conocida como “la joya de la nación de Stellaus”, Marietta Stellaus. Seguí leyendo “Marietta – Capítulo 13: Bailando contigo”

Marietta – Capítulo 12: ¿Son débiles, o simplemente inocentes?

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Aurora Blue


—¡Jeje! Así que hay una manera de hacer que los senos se agranden; me pregunto si Sir Belvant estará contento. ¡No puedo esperar a probarlo! Seguí leyendo “Marietta – Capítulo 12: ¿Son débiles, o simplemente inocentes?”

Marietta – Capítulo 11: Un pequeño mordisco a la princesa

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Aurora Blue


Adlan salió de la habitación con un clic en la cerradura. Belvant levantó a Marietta de su regazo y avanzó a través de la habitación para depositarla sobre el sofá que estaba junto a la mesa de té, y se sentó a su lado.. En aquel sofá diseñado para dos, la pequeña Marietta se encontró apretujada contra el cuerpo bien construido del General. Seguí leyendo “Marietta – Capítulo 11: Un pequeño mordisco a la princesa”

Marietta – Capítulo 10: La desprevenida Princesa

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Aurora Blue


La figura de Belvant cargando a Marietta con solo unos de sus brazos sorprendió a todos los que los vieron pasar. La forma del hombre de músculos prominentes llevando con facilidad a la joven princesa, semejaba a la imagen de un Rey Demonio secuestrando una delicada hada. Seguí leyendo “Marietta – Capítulo 10: La desprevenida Princesa”

Marietta – Capítulo 5: Es un caballero maravilloso

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Aurora Blue


Al ver a Belvant entrar en la habitación vestido simplemente con su uniforme militar, Marietta se levantó de su asiento para saludarlo, pero encontró sus ojos capturados en otra parte.

El uniforme azul oscuro de Blevant acentuaba su aura intrépida. Con su ancho pecho, gruesos hombros y gran estatura, era dos cabezas más alto que Marietta. Los impresionantes  y tensos músculos, repartidos por todo su cuerpo formaban una figura apropiada para el hombre llamado: El Guardián (o Demonio) de Oltaire.

Un caballero tan maravilloso. ¿Cómo podría encontrarme con un hombre así?

Marietta había convivido a diario con los guardias reales encargados de cuidarla, pero hombres como Belvant, que empuñaban su espada en un campo de batalla; soldados moldeados a través de escenas de carnicería eran ajenos a los que conocía en su protegido mundo.

A pesar de haber sido presentada a diferentes hombres en fiestas parecidas a esta, quienes sin duda eran talentosos en el baile y utilizaban un lenguaje cortés, todos y cada uno de ellos eran solo aristócratas centrados en sus propios intereses.

Mientras ella se detenía en sus pensamientos, los ojos de Belvant fueron capturados por la figura de Marietta.

En un esfuerzo para que sus pendientes se notaran, la muchacha había atado su cabello rubio y se había puesto un vestido color rosa claro. La gasa y el encaje de la falda le proporcionaban una atmósfera suave y tierna, de modo que parecía un delicado espíritu de flores. Sus ojos profundos, tan azules como un cielo soleado, estaban fijos en Belvant; abiertos de par en par, redondos y angelicales, evocando la imagen de un inocente gatito. Sus gruesos labios rosados estaban ligeramente separados. Mientras ella intentaba dejar salir su encantadora voz, parecía que tenía el poder de cautivar el corazón de cualquier hombre en un instante.

En ese momento, mientras la pareja se miraba con atención, las personas a su alrededor construyeron su propia versión en torno a la atmósfera entre ellos.

La que rompió la extraña tensión en el aire fue Marietta. Mostrando un leve rubor, Marietta se inclinó en una reverencia encantadora ante el hombre que se decidió, sería su marido.

Impulsado a la acción, el rey hizo las presentaciones correspondientes. .

—General Fargus, esta es la princesa Marietta, quien se convertirá en tu esposa.

—Soy Marietta. Me gustaría darle las gracias por su rescate oportuno hace poco tiempo. Es un gran placer poder reunirme con el honorable General Fargus. Por favor concédame su favor en los días por venir.

Ella era la viva imagen de una mujer refinada.

—Bien.

¡¿Eso es todo?!

El silencio inundó la habitación. Muchos pensamientos similares resonaron en la mente de los presentes.

—También, le agradezco sinceramente las encantadoras flores y el maravilloso regalo. Estoy muy agradecida con a la atención del General —continuó ella.

—Es así…

¡Y de nuevo! ¡¿No podría decir un poco más?!

La absoluta insociabilidad de Belvant hacia su futura esposa, sacudió el entorno.

Ajena a todo, los ojos de la joven se fijaron en los iris azules de Belvant. Joyas de ese color se balanceaban en sus orejas y chocaban contra sus mejillas. Sintiéndose autoconsciente, Marietta se avergonzó.

Incapaz de soportar la sensación, ella bajó la mirada y cubrió su boca con una mano.

Es tan maravilloso que mi corazón no puede soportarlo.

—Princesa, ¿se encuentra bien?

Al lado de Marietta, su doncella, Sierra, afirmó el cuerpo de su señora.

—Si, gracias. Estoy bien.

La muchacha le dirigió a Sierra una sonrisa tímida. Los ojos de la doncella enamorada lagrimeaban llenos de dolor y angustia. Con su aspecto lamentable, los presentes reconocieron a un hada que se había asustado al encontrarse con una viciosa bestia de caza. O por lo menos, eso creyeron. .

—Ah, debe tener hambre después de su largo viaje, ¿no? Por favor, continúe con su comida.

Con otro malentendido, nacido de la ignorancia del hombre sobre el romance, el General se acomodó en su asiento. Parecía que el inocente amor de Marietta tendría muchas dificultades.

♦ ♦ ♦

—Bueno, entonces princesa, por favor duerma bien.

—Buenas noches, Sierra. Gracias de nuevo por el servicio del día de hoy.

—Por favor no piense en ello.

Ante la honesta consideración de su ama, Sierra le dedicó una sonrisa brillante al tiempo que inclinaba la cabeza.

Sirvo a una magnífica princesa, pensó.

Sierra la amaba más allá de la mera lealtad, y sólo deseaba la felicidad para ella.

Cuando su fiable asistente se fue, Marietta quedó sola en su cama.

—¡Kyaaaa! ¡Encantador, maravilloso, es tan genial!

Con las mantas de la cama cubriendo  su cabeza para que su voz no se filtrara, era libre de retorcerse sobre el contenido de su corazón. Entre la respiración entrecortada y los ojos brillantes de lujuria, hacía tiempo que la figura de una dama había desaparecido.

—Sir Belvant, tan grande y robusto, tan guapo, tan… ¡Oh, mi dios! ¿Qué hago? Creo que mi corazón está latiendo lo suficientemente fuerte como para explotar en mi pecho. Ese hombre, ¿será mi amado esposo? ¡Dios mío! ¡Dios mío! Creo que me va a sangrar la nariz. Si estamos casados, vamos a tocarnos, ¿verdad? Me pregunto si él también querrá compartir un toque, o un b-beso. Nuestros rostros se unirán bien y, ¡ah, estoy nerviosa con simplemente pensar en ello! Y luego, nuestros l-labios. ¡Kyaaaa!

El solo considerar las implicancias de un beso fue suficiente para estimular a la inocente Marietta. Nunca antes había considerado tal cosa.

—Eso es cierto, sería terrible cometer un error debido a los nervios, por lo que sería bueno practicar.

Saltando de la cama en su camisón de dormir, busco en su equipaje y sacó el retrato transportado con especial cuidado. Luego, se sentó una vez más sobre su cama con la imagen de Belvant entre sus manos a la altura de su pecho.

—Estoy tan contenta de haber podido conocerte hoy, Sir Belvant. Si me tomas como tu novia…

Y así, con los ojos cerrados, el retrato avanzó hacia sus labios.

—Ah, eso no está bien. No es una buena práctica si no puedo ver correctamente su cara.

Cuando abrió los ojos y vio el retrato tan cerca, se sonrojó.

—¡N-No puedo!

Sus manos soltaron el marco mientras ella abrazaba su almohada y caía sobre la cama.

—¿Cómo puedo hacer lo imposible? ¡No puedo soportarlo! ¡Sir Belvant es más que maravilloso! Por favor, perdóname, pero por hoy sólo puedo hacer esto.

Colocó el retrato en una mesa cercana, inclinándolo para poder verlo desde su cama.

—Buenas noches, Sir Belvant.

Le lanzó un beso y chilló alegre mientras su cara se teñía de rojo brillante. Abrazó su almohada y, con una sonrisa flotando sobre sus labios, poco a poco se quedó dormida.

Marietta – Capítulo 1: Se arregló el matrimonio

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Sharon y Yousei


—Marietta, tu matrimonio ha sido concertado.

—¿Matrimonio?

Cuando Marietta vio la seriedad en el rostro de su padre, el rey de Stellaus, se mentalizó para cualquier mala noticia que este pudiera darle, sin embargo, como él empezó a hablarle de su boda, no pudo evitar sentirse confundida.¿No era el matrimonio algo… bueno?

Su padre siempre hablaba de cómo le encontraría un marido maravilloso.

Como era la princesa más joven, sus padres y sus dos hermanos siempre la mimaron mucho. Normalmente, en tal ambiente, la mayoría de las princesas crecerían egoístas y malcriadas, pero afortunadamente Marietta era una chica gentil; todo el amor que había recibido la convirtió en una joven encantadora.Además, ya tenía 18 años, era habitual tener un prometido a esa edad, así que era solo cuestión de tiempo para que se concertara su matrimonio.

—Oh,es tan maravilloso. ¡Gracias padre! Entonces, dime, ¿quién es?

Marietta entrelazó las manos frente a su pecho, esperando ansiosamente la respuesta de su padre. En esa postura, la hermosa Marietta, parecía una adorable muñeca con su cabello rubio y ojos azules.

Debe ser de la realeza. ¿Cuántos años tendrá? ¿De qué color es su cabello? ¿Cuál será el color de sus ojos?

—Oh, ¿tendrías un retrato de él?

—De hecho… tenemos uno. Sin embargo, no es de sangre real…

Sus miradas se cruzaron, y el rey de Stellaus continuó con un tono tranquilo.

—Se trata del General de Oltaire, Belvant Fergus.

—¿Un General?

—Exacto.

—¿Oltaire? ¿La superpotencia Oltaire…? ¿Sucedió algo para que necesitemos una relación con ellos? ¿Algún problema militar?

—Realmente eres una chica inteligente, Marietta—. En los ojos del rey se reflejaba su dulce Marietta, cuya adorable apariencia contradecía su verdadera sabiduría e intelecto, y su expresión se tensó—. Estás en lo correcto.

—Entonces, ¿al casarme con este General podremos evitar algún tipo de guerra?

—¿Cómo lo sabes?

—Si tuviéramos una relación sólida con Oltaire, tendríamos el poder de rechazar las demandas irracionales de otros países.

—Aún así, ¿cómo llegaste a esa conclusión?

—Padre, siempre dices cómo me encontrarás al príncipe perfecto con quien  viviría en paz. Pero ahora dices que me entregarás a un General de Oltaire. Si mi memoria no me falla, Oltaire no tiene príncipes que estén en edad de casarse en este momento.

—Tienes razón. El único príncipe soltero que queda tiene sólo 4 años. Actualmente, la Familia Real de Oltaire busca entregar una recompensa a su General; por ejemplo, una princesa de un país aliado

—Y yo seré ese  premio, es lo que estás diciendo—. A Marietta no le importaba, por lo que asintió comprendiendo—. Como miembro de la Familia Real, estoy totalmente preparada para casarme por el bien del país. Ser capaz de hacer esto por mi pueblo me llena de felicidad.

—¡Oh, Marietta! ¡Eres tan generosa!

—Padre, ya tengo 18, soy toda una adulta.

Marietta levantó bruscamente la barbilla, como diciendo «mira cómo he madurado» y…  fracasó.

Su cuerpo es pequeño y delgado. Sus hermanas tenían pechos voluptuosos, pero en su caso… ¿Cómo se podría decir de forma amable…?

Era obvio que no podía compararse con ellas.

Tenía esperanzas de que un día su pecho fuera como el de sus hermanas, pero a sus 18 años, eso todavía no había sucedido.

Por eso, con un cuerpo así, sólo podrías describirla como adorable.

— Ahora bien, ¿qué clase de persona es? Apreciaría que me lo dijeras.

—Sí, verás…

General Fergus. Antes de su nombre, normalmente aparecían títulos como “El que silencia los niños llorando”, o “El temido Señor Demonio”, entre otros. Nació en el seno de la baja nobleza. Con su fuerza y agudo intelecto subió rápidamente al rango de General a la temprana edad de 30 años. Solo su mirada hacía que los animales pequeños se escondieran, y que las ramas de los árboles más firmes temblaran. Cuando el entraba en el campo de batalla, ningún enemigo sobrevivía para contar la historia y, sin importar las circunstancias, sin mover siquiera una pestaña, saldrá victorioso contra cualquier oponente aunque posean la mejor estrategia.

Era un guerrero, fiero y aterrador como un dios.

Por lo tanto, para no asustar a Marietta, el rey de Stellaus siguió dando explicaciones vagas sobre su prometido.

—Y este, es su retrato.

El chambelán entró llevando el retrato bajo su brazo y lo presentó a la princesa

Representado en el cuadro, su cuerpo, en efecto, parecía fuerte. Desde su cabello castaño claro a su mirada azul como el hielo perforando a Marietta parecía un demonio… No, un guerrero.

Aunque el autor se haya tomado algunas libertades al pintarlo, todavía exudaba una buena cantidad de intensidad. El retrato revelaba a un hombre que fácilmente podía aplastar la garganta de Marietta con una sola mano.

—Él también… parece ser bastante alto.

Al ver a Marietta temblando mientras se tapaba la boca con ambas manos, el corazón del rey Stellaus se apretó.

—Él probablemente podría levantarme fácilmente con una mano.

—Y-Yo escuche que era un hombre fuerte y guapo. Marietta, creo que es un hombre que protegerá a alguien tan encantadora como tú.

—Si… Tengo esa impresión. Estoy segura de que él será mi caballero en armadura brillante… —Los ojos de Marietta se habían vuelto llorosos—. Está decidido, Padre, estaré con este hombre. ¿Cuándo saldré para Oltaire?

—En una semana…

—Como desees. Tengo que apurarme y empacar mis pertenencias… ¿Puedo llevar esta pintura conmigo? —preguntó la joven, y el rey de Stellaus no pudo retener más sus lágrimas.

♦ ♦ ♦

—¿Este es el hombre que se convertirá en mi esposo…? —Al volver a su habitación, Marietta examinó nuevamente la pintura de su prometido de rostro feroz—. Que… ¡Qué maravilloso es!

Estaba tan afectada que, con los ojos llorosos, el rostro de Marietta se volvió rojo brillante mientras exclamaba suavemente para sí.

—Un físico fuerte y músculos tensos, estoy segura de que maneja su espada como si fuera una pluma. Fácilmente podría levantarme con un brazo… ¡Eee, estoy tan avergonzada!

Soñando despierta con su inexpresivo caballero abrazándola, Marietta se retorció con timidez.

Es como un caballero distante de un cuento de hadas traído a la vida., mi corazón saldrá de mi pecho si no lo veo pronto.

—Mi Señor Belvant… Mi Esposo…

Los dedos blancos de Marietta acariciaron la pintura, y luego lo abrazó.

—¡Estoy tan feliz! ¡No puedo esperar, simplemente no puedo esperar a verlo! ¡Mi maravilloso General!

Después de todo, la princesa Marietta era una chica con un fetiche muscular.

La boda de la Princesa Marietta ~¡Su marido es demasiado atractivo!~

Autor: Hazuki Kuroru.

Género: , , , .

Estado: .

Sinopsis: 

La princesa más joven del país Stellaus, Marietta, fue prometida en un matrimonio político con el General del gran país militar, Oltaire.

A menudo se decía que el General Belvant era un fuerte, feroz y aterrador guerrero. Por otro lado, Marietta era una delicada princesa.

Todo el mundo sintió lástima de la pobre Marietta, sin embargo, la verdad es que ella encontró al General muy maravilloso…

Esta es la historia de un General de 30 años con un rostro de miedo y la pequeña y adorable Princesa de 18 años en sus tiempos de conflicto y de amor acaramelado.


Volumen 1


Versión PDF

error: Contenido protegido