Beatrice – Capítulo 8: Un delito grave

Traducido por Den

Editado por Sakuya


Pasó una semana.

Mientras la mayoría de los esclavos terminaron haciendo trabajos forzosos, a Chloe se le habían encomendado tareas de limpieza y, por eso, se consideraba bastante afortunada. Tampoco había mucho trabajo por hacer.

Su programa diario era sencillo. Trabajaba en la farmacia de la enfermería perteneciente a la instalación del entrenamiento de caballeros cerca del palacio. Todos los médicos eran hombres, y la mayoría de las enfermeras eran mujeres.

Afortunadamente, ninguna de las enfermeras y los médicos le preguntaron a Chloe su nombre. Pero no estaba decepcionada y hacía sus tareas obedientemente, limpiando y organizando el desorden que encontraba en su camino. Era una buena trabajadora, hacía las cosas sin que se lo dijeran.

Parecía que su vida como esclava del Imperio sería más fácil de lo que esperaba: se había preparado para lo peor, y esto no lo era.

La farmacia, en particular, en comparación con la habitación o sala de reconocimiento, no requería mucha limpieza, ya que su única función era dispensar los medicamentos según lo prescrito por los médicos.

Mientras sujetaba una escoba y pretendía limpiar por el bien de sus modales, vio una puerta con la etiqueta de “Almacén de medicamentos”. La puerta parecía cerrada con llave; por lo tanto, nadie podía acceder, sobre todo, una esclava como ella.

Pero la curiosidad la comenzó a carcomer y no pudo simplemente ignorarlo.

¿Debería intentar abrirla? Sólo echaré un vistazo, pensó para sí misma. Giró furtivamente el pomo de la puerta, y, ¡ay, la puerta cedió!

Wow. 

La habitación estaba llena de incontables medicamentos e ingredientes. Pensó que la farmacia en la que trabajó en Elpasa tenía la colección más extensa de medicamentos, pero ni siquiera se podía comparar con esto.

Esta despensa era grande y… sucia…

Arrugó la nariz.

Todo el lugar estaba completamente desordenado. A este ritmo, esta farmacia no podría funcionar en absoluto, pensó. Había medicamentos cuyas botellas se habían dejado abiertas, a pesar de su sensibilidad a la oxidación. ¿Por qué, con todos esos médicos y enfermeras alrededor, descuidaban su inventario de esta forma? 

Miró alrededor de la habitación, perdiendo la noción del tiempo. Examinó cada medicamento y lo colocó en su lugar correcto. Lo siguiente que supo fue que estaba organizando todo el inventario.

Ya casi era hora de que los esclavos regresaran a sus habitaciones, pero no podía parar. Sentía un extraño placer al ver los frascos de medicamentos organizados uno por uno. Si seguía hasta mañana, toda la farmacia podría volverse inmaculada.

Está bien; estos médicos y enfermeras ni siquiera saben mi nombre. 

Un esclavo desaparecido en servicio de limpieza no iba a llamar la atención. Mientras no regresara demasiado tarde a las habitaciones de los esclavos y explicara que estaba limpiando la farmacia, no tendría muchos problemas.

♦ ♦ ♦

Pasaron unos días. Reorganizar el almacén de medicamentos no era fácil. Aunque estaba familiarizada con la mayoría de los medicamentos, el inventario incluía algunos productos que nunca antes había visto.

Qué bien que estudié fitoterapia[1] en aquellos días. 

Al haber sido una fitoterapeuta[2] en su vida pasada, su experiencia era muy práctica en este mundo donde se usaba la medicina herbolaria en lugar de la medicina occidental.

En caso de que otros esclavos vinieran a buscarla, salía una vez cada pocas horas para mostrarse. Después de fingir limpiar por un rato, regresaría al almacén y continuaría su trabajo.

Después de unos días así, el almacén estaba muy limpio y organizado. Estaba inmensamente orgullosa de su trabajo.

Pero, de repente escuchó una voz inesperada detrás:

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Se sobresaltó, había estado demasiado absorta en su trabajo para escuchar la puerta abrirse y los pasos que siguieron.

—El… El suelo estaba demasiado sucio, así que lo limpié.

La voz pertenecía a Jorge Nanapa, el subdirector de la enfermería. Jorge miró alrededor del almacén, ignorando por completo la explicación de Chloe.

— ¿Cómo te atreves a tocar los medicamentos…? No eres un médico ni una enfermera… Esto es un delito grave.

Después de inspeccionar varias partes del almacén durante un largo rato, exhaló un gemido desconcertado de su boca abierta.

—Por cierto, ¿organizaste el inventario?

Chloe sabía de Jorge Nanapa, dada su importancia como el subdirector de la enfermería. Era un médico excelente quien, a pesar de estar en la flor de su vida con una barba blanca, tenía ojos brillantes y juveniles.

Probando su suerte, Chloe decidió arriesgarse. Los días que pasó organizando el inventario de los medicamentos habían sido los más felices desde su llegada a Nosteros. Si Jorge creía lo que tenía que decir, entonces podría permitirle continuar trabajando en el almacén, al menos para limpiarlo.

Pero, ¿qué pasaría si Jorge simplemente pensaba que era una esclava impertinente? De cualquier manera, estaba seguro de castigarla de alguna manera por manipular los medicamentos sin permiso.

Si funciona, está bien. Si no, oh, bueno… 

—Me disculpo profundamente, señor. Solía trabajar como esclava en una farmacia antes de venir aquí, y siempre he tenido mucha curiosidad por la medicina del Imperio que… a pesar de mi conocimiento limitado, no podía simplemente ignorar el desorden que había en el inventario.

— ¿Entonces has clasificado y organizado todos los productos?

Jorge estaba asombrado. ¿Cómo podría una esclava analfabeta hacer tal cosa, incluso si ya había trabajado en una farmacia? Algunos de estos productos eran del extranjero. Estaba seguro de que este era el inventario de medicamentos más extenso del Imperio.

—No puedo creer que conozcas todos los nombres, efectos y usos de estos medicamentos. ¿Cómo es posible cuando no puedes leer ni escribir?

A pesar de su condición de esclava, Chloe trabajó duro, primero y ante todo, para aprender a leer y escribir. El poco dinero que ganaba, lo gastaba en libros. Debido a que la mayoría de los esclavos y plebeyos que trabajaban en la farmacia en Elpasa habían sido analfabetos, había trabajado codo a codo con los médicos y farmacéuticos, ayudando en la contabilidad y a escribir recetas.

—Puedo leer, señor… Pero no estoy familiarizada con todos estos medicamentos. He dejado a un lado los que no estaba segura.

Jorge estaba boquiabierto. No solo había memorizado los nombres de estos objetos y sus usos, en realidad, ¡entendía su uso y las características de los ingredientes mismos!

— ¿Dijiste que podías leer?

—Sí, señor.

— ¿Y escribir?

—Sí, aprendí a escribir mientras estudiaba medicina herbolaria.

No pudo ocultar su asombro. Había visto esto en el caso de aquellos que habían perdido su estatus social y se convirtieron en esclavos. Eran personas alfabetizadas. Sin embargo, nunca había visto a nadie como Chloe, alguien con una educación especializada.

Jorge, apenas manteniendo un rostro serio, le dijo a Chloe:

—Independientemente de tu entrenamiento en medicina herbolaria, ¿cómo te atreves a contar con tu poco conocimiento y hacer algo así? Serás enviada a prisión y esperarás tu castigo ahí.

Chloe no estaba consternada. Habría sido castigada incluso si no le hubiera contado sobre su conocimiento, ya que de todos modos había tocado los medicamentos. El castigo fue, de hecho, menos severo de lo que esperaba.

— ¿Cómo te llamas?

Por la pregunta, se quedó callada por un momento. No había pensado en esto antes, ya que nadie del imperio le había preguntado su nombre.

Ya no quiero que me llamen Beatrice, pensó. “Beatrice” era claramente el nombre de una mujer noble.

Respondió después de un momento de vacilación.

—Me llamo… Chloe.


[1] La fitoterapia o también conocida como medicina herbolaria consiste en el tratamiento de las enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales.

[2] Un fitoterapeuta es una persona especializada en fitoterapia, es decir, medicina herbolaria.

6 respuestas a “Beatrice – Capítulo 8: Un delito grave”

    1. Muchas gracias por leer (๑・ω-)~♥” Y respecto a lo otro, sí la han dejado de traducir por problemas con la autora. Pero nosotras la continuaremos igualmente 😊

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