Elección Absoluta – Capítulo 145: Lo que dijiste tiene mucho sentido

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


Las lanzas de hierro arrojadas, que llenaban el cielo, golpeaban la barrera translúcida de forma implacable, estaba a punto de romperse.

El dragón emitió un rugido mientras la protección se recubría con una nueva capa perfecta de “película de escudo”

Su rugido estaba lleno de fatiga.

Después de soportar la agonía de la maldición, había consumido una gran cantidad de poder para curarse a duras penas. En este momento, resistir un ataque de lanza de hierro a tan gran escala estaba empezando a pasar factura a la bestia. Su cuerpo había sido vigorizado con energía por la “Vibrokenesis de Alta Frecuencia”, pero ya no podía reprimir la fatiga que empezaba a abrumarlo.

Miró a la densa horda de jinetes murciélago y soltó otro bramido furioso. Se dio la vuelta, batió sus alas doradas y voló en otra dirección.

En una situación de desventaja, ¡tenía que escapar!

Mos estaba usando su única ala para volar en el aire. Pateando a un demonio de la calamidad, se sentó sobre un murciélago y tronó con rabia:

—¡Persiganlo!

Los jinetes respondieron al unísono mientras sus voces reverberaban por todo el mundo de forma ensordecedora.

En el cielo, el gigantesco dragón volaba hacia delante, mientras un gran número de secuaces le perseguían por detrás. En ese momento, aterradores aullidos sonaron desde las tierras bajo ellos.

♦ ♦ ♦

En la oficina de Hisith. 

Él estaba jugando con una carta de póquer con cara sombría. La mancha de luz roja emitía una risa schadenfreudiana.

—Este Ser estaba lleno de expectación por ver una partida interesante. Ya me había acomodado los pantalones, ¿y todo lo que le enseñas a este Ser es esto? —Su expresión se volvió rígida mientras decía en un tono pesado:

—El “superpoder” de Shi Xiaobai de verdad tomó a Este Rey por sorpresa. Ha perturbado un poco los planes.

—¿Un poco perturbados? —La mancha de luz roja dijo con un tono burlón—. —¿Por qué piensa Este Ser que todo su plan ha sido visto a través de este humano? Desde el principio hasta el final, te ha estado tomando por tonto. Ya sea esa botella de vino tinto, o salvar al dragón sagrado. Este Ser tiene la sensación de que todo estaba dentro de sus planes.

La comisura de la boca de Hisith se crispó mientras se burlaba.

—Ha sido pura suerte. El juego no ha hecho más que empezar. Ahora se encuentra en una situación ineludible.

»¿Cuánto tiempo puede durar el dragón sagrado blanco dorado con su restauración temporal de poder? Solo curar el daño causado por esa maldición desencadenada es suficiente para ponerlo en un débil estado. Tarde o temprano no será capaz de volar. Cuando llegue el momento, la horda de jinetes murciélago de Este Rey los hará pedazos. Además, ese es el Inframundo de Este Rey. Él no abriría la puerta al Inframundo, así que ¿cómo es posible que escapen? Es solo una lucha a ultranza.

Hisith analizó con energía la situación, miró la mancha de luz roja antes de concluir con una mueca:

—Así que Este Rey será sin duda el vencedor final en este juego.

—Lo que has dicho tiene mucho sentido.

La mancha de luz roja rio de forma extraña antes de decir.

—Este Ser de verdad tiene la sensación de reír. Puesto que tienes la ventaja absoluta desde el principio del juego, y ya has eliminado todas las posibilidades de derrota, ¿qué sentido tiene la victoria en este juego? Este Ser recuerda que lo que se persigue no es el final del juego, sino disfrutar del proceso. Hisith, has cambiado.

La respiración del hombre se estancó mientras miraba enfadado a la mancha de luz roja antes de decir con frialdad:

—¿Qué intentas expresar?

La mancha de luz roja soltó una carcajada desdeñosa.

—Tu voluntad ha sido sacudida. Este Ser te aconseja que mates tú mismo a esos dos enclenques de inmediato, para evitar cualquier imprevisto.

Al oír esto, un atisbo de lucha brilló en los ojos de Hisith. Momentos después, dijo en tono afirmativo.

—No habrá ninguna circunstancia imprevista. Incluso sin que Este Rey haga nada, ¡están destinados a morir!

♦ ♦ ♦

En el Inframundo.

Después de que la persecución durara varios minutos, el dragón sagrado blanco dorado comenzó poco a poco a sentirse agotado. El agotamiento, que había reprimido a la fuerza, abrumaba todo su cuerpo mientras la velocidad a la que volaba se hacía cada vez más lenta. La gran distancia entre ellos y la horda de jinetes murciélago se reducía poco a poco con el tiempo.

La horda enviaba de vez en cuando un diluvio de lanzas de hierro, y siempre que eso ocurría, el dragón producía una gigantesca barrera para defenderse. Su energía se agotaba sin parar, casi hasta el punto de secarse.

Shi Xiaobai, que estaba sentado en su cuello, sabía que no podía quedarse ahí y ser un adonis tranquilo. Se levantó con lentitud y sacó la espada azul oscuro de su pecho.

Sus ojos se enfocaron en el enjambre negro que se extendía y levantó la espada hacia delante.

¡Un fuerte viento movió el cabello y la ropa del joven hacia arriba mientras él lanzaba un tajo con un rugido furioso!

Después de que la espada terminara de cortar, ¡hizo otro corte!

Blandió la espada en todas direcciones, y en unos pocos segundos, ¡envió docenas de tajos en el aire!

Sus acciones cayeron en los ojos de Mos, haciendo que casi estallara en carcajadas.

Como no había dominado ninguna técnica de espada, las docenas de tajos que producía no tenían forma alguna. Era como agitar la rama de un árbol al azar. Además, al blandir la espada en el aire de esa manera, ¡no se produjo ni un solo rayo!

Incluso con rayos de espada, se disiparían en un instante en los vientos tumultuosos.

Estas docenas de tajos estaban destinados a no golpear nada.

—Ridículo, de verdad ridículo. ¿En serio planeas usar tu estupidez para asustarnos? —se burló.

—¡Ah!

—¡Ah!

En ese momento, ¡se oyeron fuertes gritos procedentes de la horda de jinetes murciélago!

Mos giró la cabeza, incrédulo, al ver aparecer densas hileras de jinetes que, de repente, se estrellaron contra una zona que no dejaba de temblar. Empezaron a temblar sin quererlo.

Mientras lo hacían, cientos se estrellaron contra los que venían detrás, haciendo que muchos cayeran gritando por el cielo.

—¡Esto es un superpoder!

Se alarmó mientras la preocupación y la intención asesina brillaban en sus ojos. De inmediato ordenó al murciélago que tenía debajo que redujera la velocidad. En contraste con él, que en principio lideraba la carga, se dirigió poco a poco hacia el centro del grupo.

Mierda, este humano es poco científico. ¡Es mejor dejar que sus secuaces prueben primero cualquier movimiento raro!

♦ ♦ ♦

Después de que Shi Xiaobai terminara de producir las docenas de tajos, bajó su espada con ánimo. Sin embargo, sus cejas se fruncieron con rapidez, como si hubiera encontrado una dificultad.

—Esta espada… ¿Cómo debería llamarse esta espada? Este poderoso golpe del Rey debería tener un nombre poderoso y dominante. Esto es un dolor de cabeza…

Se frotó la barbilla mientras empezaba a rumiarlo.

El dragón sagrado emitió un rugido de impotencia bajo él. Estaba lleno de fatiga, ya no podía aguantar más.

Shi Xiaobai sintió con claridad la debilidad de su cuerpo. Mirando a la densa horda de jinetes murciélago, matando a cientos mediante el uso de Vibrokinesis de Alta Frecuencia de su espada, era solo la punta del iceberg, teniendo en cuenta el hecho de que se enfrentaba a decenas de miles.

—Parece que, Este Rey debe usar ese movimiento y solo esperar que… ¡La Chica Violenta pueda soportar este movimiento!

¡Un rastro de duda destelló en sus ojos mientras se volvían firmes!

Para empezar, no planeaba usar este movimiento, pero en este momento, ¡no podía no usarlo!

Mientras agarraba la espada azul oscuro con ambas manos, de repente se convirtió en una mancha. Sus manos la alcanzaron y comenzaron a amasarla.

Momentos después, se dispersó, ¡dejando tras de sí solo un guante de boxeo azul oscuro!

Sonrió y se puso el guante en la mano derecha. Con la mano izquierda agarrando la escama de dragón negra para estabilizar su cuerpo, dobló un poco las rodillas y cerró la mano derecha en un puño. Usando una velocidad muy lenta, ¡golpeó contra los fuertes vientos hacia la densa niebla negra!

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