Lo llamaron orgullo.
En ese momento, el orgullo era lo único que conocían.
—Frederica Rosenfort, Recuerdos del Campo de Batalla
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El carmesí de aquellas amapolas que florecían hasta donde alcanzaba la vista, iluminadas por el atardecer que lo quemaba todo, era tan hermoso como la pura locura.
Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 3 – Epígrafe”
Los días de paz han continuado desde la misa. Leslie permaneció dentro de la seguridad de los muros del Ducado y aprendió de Shuella la etiqueta de los nobles. También disfrutó mucho de las lecciones con Ruenti. Aprendió más sentido común, así como sabiduría más allá de su edad, profundizando sus conocimientos y abriéndola a una escuela de pensamiento más amplia.
Seguí leyendo “El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 75”
Cuando Violette se dio cuenta de que no podía dormir, le resultó aún más difícil hacerlo. Cuanto más nerviosa se ponía, más se acorralaba. No sabía si solo había cerrado los párpados o si realmente había dormido; lo único que sabía era que, al llegar la mañana, se sentía más agotada. Si esto continuaba, su cuerpo no podría soportarlo. Dormía cuando perdía el conocimiento, pero eso no contaba como descanso.
Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 80: Una tormenta de cambios”
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—¿Es usted la escudera Aristia?
—Ah, así. Esa soy yo.
Por un momento, dudé ante el desconocido título. Como escudera, era justo que se dirigieran a mí como tal, pero como aún no me había acostumbrado, era bastante incómodo.
Seguí leyendo “Emperatriz Abandonada – Capítulo 10: El joven y la señorita (2)”
Finas nubes se arrastraban por el cielo, fundiéndose en un mar de índigo. Cuando el sol poniente se fue, tiñó las crestas de la montaña en oro con el coro de insectos chirriantes.
Era otoño, la temporada en la que los vientos fríos y secos comenzaron a soplar, y Rose quería ponerse otra capa de ropa debajo de la bata.
Ella debería estar preparándose para el invierno pronto, pero no estaba de humor para eso.
Seguí leyendo “Mi crush quiere una poción de amor – Vol. 2 – Capítulo 6: La pequeña bruja del pasado”
—¡N-no!
Serea sacudió la cabeza con desesperación. Sus ojos azules lagrimeaban y todo su cuerpo se había quedado sin color?
—¿Por qué está pasando esto? —gritó.
Seguí leyendo “El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 74”
Después de la reunión con el señor Leonid y el señor Yodir, termino el trabajo que me queda y regreso a casa junto a mi padre.
—Estoy en casa.
Mi hermano mayor parece haber vuelto también. En ese instante, Jendo menea la cola delante de él, luciendo como si fuera el cachorro de nuestra familia.
Seguí leyendo “Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 56: Casa, hermano mayor, y petición de colaboración”
Mientras Marin escupía maldiciones silenciosas, Maryjun seguía en la academia. Ella era lo contrario de Violette, a menudo se iba directa a casa en lugar de quedarse hasta tarde. Las hermanas habían intercambiado hábitos solo por hoy; a pesar de que la cuarta parte de la sangre que corría por sus venas era idéntica, las dos chicas no podían ser menos parecidas.
Yulan miró el perfil sonriente de Maryjun. Sabía que esa chica nunca le importaría, se pareciera o no a su hermanastra.
Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 79: Percepción y perspectiva”
Las palabras que él había dicho cuando se fue, las repetí una y otra vez en mi mente. Mi cabeza daba vueltas entre su yo del pasado, su yo del presente, y yo.
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El sonido del choque entre dos metales resonó en mis oídos. Mi brazo tembló ante la evidente diferencia de fuerza y me entró un sudor frío al ver el brillo de la hoja que se acercaba.
Seguí leyendo “Emperatriz Abandonada – Capítulo 10: El joven y la señorita (1)”
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Los aventureros que localizaron al dragón informaron de su aparición con éxito al gremio, desencadenando de inmediato una alerta máxima que envió misivas de emergencia a todos los aventureros.
A medida que avanzaba la estampida, la tensión aumentaba entre los caballeros que defendían los alrededores del Bosque Negro y los aventureros que se encontraban en sus proximidades. Era de esperarse; una estampida por sí sola era una crisis, pero también había que lidiar con un dragón.
Seguí leyendo “La revolución mágica de la princesa reencarnada – Capítulo 12: La princesa reencarnada aún anhela la magia (3)”
—Primer escuadrón defensivo del frente norte Sledgehammer a todos los Ochenta y Seis… Mejor dicho, a todos los Procesadores que escuchen esta transmisión…
Seguí leyendo “Ochenta y Seis – Volumen 2 – Interludio: Cuando “Johnny” vuelve a casa”
Una niña correteaba por el jardín de la mansión Claes mientras la cálida luz del sol caía desde lo alto. A mí, Katarina Claes, se me alegraba el corazón solo con verla disfrutar.
En mi día libre del Ministerio de Magia, me senté en una silla colocada en el jardín y me deleité con la relajante visión de esta niña mientras comía los dulces que habían preparado en la mesa que tenía delante. ¿Cómo puedo expresar lo bien que lo estaba pasando?
Seguí leyendo “Katarina – Volumen 12 – Capítulo 1: Vida cotidiana (1)”
—Te recuerdo… ¿Cómo podría olvidarlo?
Leslie parpadeó y mantuvo el contacto visual con la chica que tenía delante. Serea era la única del círculo de Eli que la conocía. Fue solo una vez, pero sus miradas se cruzaron en el pasado.
El cumpleaños de su hermana fue un acontecimiento extravagante. El marqués había abierto los hermosos jardines del Marquesado para celebrar la ocasión. Invitó a una famosa compañía de teatro y a músicos de talento para que actuaran e iluminó el cielo nocturno hasta el amanecer con muchas piedras mágicas caras. Las mesas estaban preparadas con todo tipo de deliciosos manjares.
Seguí leyendo “El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 73”
Violette nunca había vuelto a casa tan temprano por voluntad propia. No porque quisiera estar allí, por supuesto; en realidad, no se atrevía a pasear por la ciudad sin Yulan. No sería divertido sin él. Le hubiera gustado hablar más con él o invitarle a salir, pero ya era demasiado tarde para lamentarse: ya estaba en casa. Y lo que era más importante, tenía miedo de lo que pudiera decirle después de todo lo que había pasado.
Marin vio su semblante e inmediatamente intuyó que algo iba mal.
Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 78: Más allá del bien y del mal”
Rose quitó con cuidado el barro de las hierbas verdes frescas usando agua del lago. Incluso en el calor sofocante, se sentía agradable.
El cielo azul brillante se reflejaba en la superficie del agua. Sus ojos fueron atraídos hacia el cielo por un olor peculiar llevado por el viento. Podría llover hoy. Sacudió las hierbas recién lavadas, tiró el pequeño bote a la orilla y lo volcó.
Seguí leyendo “Mi crush quiere una poción de amor – Vol. 2 – Capítulo 5: La ermita de la bruja flotando en un charco”