Traducido por Kavaalin
Editado por Meli
Rowena llevó a Julian y a Shelly hasta un almacén. Dentro había un hombre que parecía tener unos treinta años, el cual se inclinó respetuosamente al verla y miró al enano con curiosidad.
—Señorita Silva, ¿es este su aprendiz?
Rowena frunció el ceño ante su pregunta y respondió fríamente.
—No, señor Anderson. Este es mi nuevo compañero. Está aquí para preparar nuestro equipo.
—Así que es eso. —Anderson asintió y le dio a Julian una mirada inquisitiva—. En ese sentido, un enano es un genio. Yo vengo de una familia de herreros, pero no tenía mucho talento para ello. Por fortuna, he dominado la magia. ¡Ja, ja, ja! Leer más…