¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 20

Traducido por Yonile

Editado por Lugiia


En el momento en que salgo de la niebla, me invade un olor horrible.

¿Qué es eso?

El aire está completamente saturado con él, haciéndolo sentir pesado y repugnante cuando llega a mi nariz. Me cuesta tanto respirar que empiezo a sentirme un poco débil.

Con los ojos llorosos, trato de inspeccionar la escena frente a mí.

Pero no tengo palabras para eso…. Es la primera vez que me encuentro con condiciones tan miserables en toda mi vida.

Hay personas desplomadas en el suelo, gimiendo, vestidas solo con harapos andrajosos y con la piel cubierta de suciedad y sudor.

Con la esperanza de no llamar la atención, me coloco más la capucha alrededor de la cara y apago rápidamente la luz de mi farol.

Si alguien se diera cuenta de que soy una noble, seguramente sería atacada. Ante la idea, no puedo evitar comenzar a temblar de miedo.

Después de leer todos esos libros, pude entender las condiciones en las que vive esta gente hasta cierto punto, pero nunca hubiera imaginado que podría ser tan horrible…

Las condiciones que veo aquí son mucho peores que las descritas en los libros.

En el juego, ¿qué fue lo que logró la heroína aquí?

Ugh, el hedor es tan fuerte que ni siquiera puedo pensar con claridad.

Siendo honesta, no quiero quedarme en un lugar como este por mucho tiempo. Una villana no actuará con sentimientos de compasión o misericordia, así que definitivamente no puedo empezar a pensar que quiero ayudarlos o mejorar estas terribles condiciones de vida.

Mientras esté viviendo bien, eso es todo lo que importa. Así es como una villana vive su vida.

Pero… mis piernas parecen seguir empujándome hacia adelante por su propia voluntad.

Mientras camino, veo niños tirados en el suelo; sus diminutos cuerpos demacrados, solo piel y huesos.

Y luego llego a lo que parece ser una plaza. Hay una fuente parada en el medio, pero no fluye agua desde su centro.

En cambio, solo hay un charco de agua estancada y turbia dentro de él. Y alrededor de esta fuente, decenas de personas duermen en el suelo.

¿Realmente hay tantas personas sin hogar viviendo en este pueblo? Miro los edificios alrededor de la plaza. Muchos de ellos parecen ser casas, pero la mayoría parece que podrían derrumbarse en cualquier momento. Las grietas cubren su fachada, y muchos tienen agujeros gigantes que se desmoronan a través de sus paredes.

Y, mientras sigo mirando a mi alrededor, noto que la única luz en todo este lugar proviene de unas pocas velas. No se ven luces de la calle, e incluso la luz de la luna no llega hasta aquí, ya que el cielo está cubierto con una capa impenetrable de nubes. Sin tener ni siquiera una pequeña brisa, el aire se siente estancado y denso.

—Señorita —llama de repente una voz, y todo mi cuerpo se tensa, congelándose en el sitio.

¿Me está hablando a mí ¿Se dieron cuenta de que soy una extraña, de que no pertenezco aquí? ¿Qué debería que hacer? Tengo bastante confianza en mis habilidades con la espada ahora, pero no traje una conmigo…

Si corro lo más rápido que puedo, me pregunto si podré escapar. ¡No quiero morir en un lugar como este!

Además, ¿¡ni siquiera he llegado a intimidar a la heroína todavía!?

—Señorita —dice la voz de nuevo, y esta vez siento una mano caer sobre mi hombro.

Una villana nunca debería llorar, pero en una situación como esta, no creo que se pueda evitar.

Con los ojos llenos de lágrimas, miro la mano; es grande y un poco arrugada… Entonces, me giro por completo para enfrentar al dueño de la mano.

Tiene el cabello blanco y, aunque parece viejo, sospecho que se debe principalmente al color de su cabello. Es probable que sea más joven de lo que sugiere su apariencia… De alguna manera, tengo la sensación de que está tratando deliberadamente de parecerse a una persona mayor.

Tiene un par de labios finos y una nariz alta; su rostro en realidad tiene rasgos muy agradables… Pero me pregunto por qué tiene los ojos cerrados.

Espera, ¿podría ser ciego…?

El terror que había sentido hace solo un momento se desvanece en un instante.

Sin embargo, no es porque sea un anciano ciego, sino porque me baso en mi instinto y este me dice que es una buena persona.

El ambiente que desprende es cálido y apacible.

Y a pesar de su edad, cuando lo miro por más tiempo, puedo ver lo guapo que es en realidad.

¿Todas las personas en este país son guapas o algo así?

—Tú no eres de este pueblo, ¿verdad? —dice con voz amable. Aunque no puede ver, me pregunto cómo pudo saberlo.

—No —admito en voz baja.

—Es peligroso por aquí, así que creo que será mejor que te apresures a casa.

—No, pero yo…

—Entonces, ven conmigo —dice, y luego comienza a alejarse lentamente.

Mi padre me dijo que nunca fuera a ninguna parte con un extraño, pero parece que estará bien si sigo a este hombre.

Sin embargo, es ese tipo de impresión la que puede ser la más peligrosa de todas, dado que las personas más aterradoras son a menudo las que pueden parecer agradables al principio.

Pero aun así, sé que no pasará nada si se trata de esta persona. Soy buena juzgando el carácter, después de todo.

¿Cómo se le decía a eso…? ¿Tener un ojo perspicaz? Considero que tengo eso, aun si lo digo yo misma, lo que puede hacer que parezca menos creíble para algunas personas… No obstante, por alguna razón, siento que mis ojos son más capaces que la mayoría.

Como sucede con mi velocidad para leer… o como cuando estoy practicando con mi espada junto a mis hermanos y siento como si todo estuviera en cámara lenta.

E incluso cuando estaba cortando esa manzana en el aire, parecía que estaba cayendo en cámara lenta y así es como pude partirla perfectamente por la mitad.

Al darme cuenta de que me había perdido en mis pensamientos, vuelvo a levantar la mirada y veo que el anciano ya se había alejado bastante de mí. Y, a pesar de ser ciego, está abriéndose paso con rapidez y facilidad entre las distintas personas que se extienden por el suelo frente a él. ¿Será que no es realmente ciego?

Aunque sigo dudando sobre seguirle o no, al final decido ir con él por ahora, así que me abro paso entre la gente y me apresuro tras él, intentando alcanzarle.

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