Villana sanadora – Historia Paralela 5

Traducido por Lugiia

Editado por Yugen


A mi madre le preocupa que vaya por allí desnuda. Si bien soy un zorro en estos momentos, como la princesa de este reino, todavía tengo una buena imagen que mantener. Por eso apresuró a que los sirvientes trajeran sastres para mí. Nos dijeron que los vestidos estarán terminados mañana por la mañana, así que es probable que hoy me quede en mi habitación todo el día.

Con cierto lobo pervertido…

—Akane…

—¡No…!

—Akane, ven aquí, no haré más nada.

—¡¡No!!

Después de que los sastres terminan de tomarme las medidas, no queda más nadie dentro de la habitación aparte de nosotros. Agarro con fuerza la manta de mi cama por miedo a que Teo la aparte fácilmente de mí. ¡¡No le permitiré hacer eso!! ¡Incluso se atrevió a actuar de esa manera delante de mi madre y sus sirvientes! ¡¿Cómo los miraré a los ojos después de eso?! Si bien soy un zorro en el exterior ahora mismo, ¡por dentro todavía soy una princesa!

Aun así, Teo intenta quitarme la manta, pero no perderé ante él aunque su fuerza sea mucho mayor que la mía. Un momento después, deja de tirar y puedo oír unos pasos alejándose de mí. ¿Salió de la habitación?

Sin embargo, cuando aflojo el agarre de mi manta, ¡me la quitan de repente de un tirón!

—¿Todavía crees que me apartarás siento tan diminuta? —Tira la manta lejos de mí con una sonrisa socarrona de victoria en su rostro. Me levanta en el aire como si fuera un cachorro.

—¡Déjame bajar!

—Cálmate, no te haré nada con esa forma.

¡¡Ya lo hiciste!!

Trato de usar ferozmente mis patitas delanteras para golpearlo, esperando que sean lo suficientemente largas. Pero sin importar cuánto esfuerzo hago para alejar su rostro, ¡no puedo alcanzarlo! Teo se gira para mirar mi baño cuando todavía estoy desconcertada por sus acciones.

—Vamos a tomar un baño, Akane.

¡¡De ninguna manera!! ¡¡Déjame ir!!

Incluso gritando lo más que puedo, me lleva al baño de todos modos. Trata de explicarme que no puedo bañarme sola…

¡¡Pero tampoco es necesario que me ayudes a bañarme!! 

¡¡Déjame ir!!

¡¡No debí pedir ese deseo!!

Este doloroso día pasó dejándome sólo con recuerdos amargos y vergüenza. Jamás había pasado por algo así. Buenas y malas noticias llegaron a la misma hora, esta mañana. La mala noticia es que el sacerdote que se suponía que vendría hoy se enfermó, sin embargo, ¡¡la buena noticia es que Shiwa me viene a visitar!!

♦ ♦ ♦

—Hola Akane, escuché que no te sientes muy bien, así que vine. Hmm… Viéndote bien, creo que no es tan grave.

Shiwa viene con su prometido, Luler. Ambos son mis amigos de la academia. Normalmente nos escribimos, pero siempre es mejor verse en persona, ¿verdad? Ella se ve un poco diferente a los habitantes de mi reino con su largo y sofisticado vestido azul, ya que aquí normalmente se utilizan kimonos de colores brillantes.

Como no puedo darle la bienvenida en este cuerpo, tiene que venir hasta mi habitación.

—¡Shiwa! ¡¡Te extrañé mucho!!

Ya estoy usando la ropa hecha por los sastres, así que no tengo que preocuparme de que me vean desnuda o por mi imagen. Cuando Shiwa me ve con este cuerpo, sólo me sonríe ligeramente. ¿Qué pasa con Teo? ¡¡Ni siquiera quiero hablar de él porque se quedó en mi habitación toda la noche!! ¡¡De todas formas, me escaparé a la habitación de Shiwa y dormiré con ella esta noche!!

—¿Cómo estás, Luler? Ha pasado un tiempo, ¿verdad? —Teo se gira para saludar a Luler.

—Todo bien… —contesta Luler con un rostro inexpresivo.

—No respondas así.

Luler es el príncipe del reino de los vampiros. Nunca tiene expresiones en su rostro. Mis padres pensaron que era un buen día ya que teníamos que recibir invitados especiales de otro reino, así que decidieron celebrar con un pequeño banquete dentro del palacio. Mi madre preparó un kimono a juego para Shiwa y Luler. Ha… Es tan lindo. También tenía que ir al banquete a pesar de mi estado ya que soy un anfitrión, así que no se podía evitar.

Hoy sólo nos acompañan mis primos que ya saben acerca de mi transformación. Sin embargo, Shiwa se permanece conmigo y mantiene alejados a todos los que quieren molestarme.

—Shiwa, gracias por venir hoy —digo que mientras estamos en medio del banquete.

—No es necesario que te pongas así. Creo que también es positivo para mí venir aquí. Bueno, es una oportunidad para visitar otro reino después de todo. Um… De todos modos, ¿qué te sucedió? —responde Shiwa, bebiendo su sake tranquilamente.

—En realidad…

Le cuento todo desde el principio. Me escucha y asiente mientras observa a Luler que está bebiendo sake con Teo. Aunque su cara no se ve muy bien, me dice que no puede ayudarme pero que se quedará conmigo hasta que me convirtiera de nuevo en humana.

No me siento muy bien. Parece que esta forma potencia los sonidos. Por eso hago que Shiwa me saque del banquete con la excusa de mi malestar. Si la princesa sale del banquete sola, no será bueno para mi reputación. Es por eso que hago que Shiwa venga conmigo. Ella me lleva a su habitación y me dice que lo mejor sería  que regresara a la mía.

Quiero quedarme contigo, ¡¡no quiero estar nuevamente con Teo!!

—¿No puedo quedarme en esta habitación, Shiwa?

—¿Qué? No podemos hacer eso. Eres una princesa. No puedes dormir en la habitación de otras personas. Si otros te ven…

—¡¡Por favor, Shiwa!! ¡No quiero volver a mi habitación!

—No, ¿olvidaste que esta habitación también es para Luler y para mí? Además, esta noche, él está…

La puerta se abre de repente. Me asusto tanto que me escondo rápidamente debajo de la cama.

¿Quién es? ¿Un sirviente de mi madre? ¡¿Escuchó nuestra conversación?!

—¿Luler…?

Shiwa llama a la persona que entra de repente.

Bueno, me he asustado por nada.

Pienso en salir de mi escondite, pero…

El sonido de los pasos de Luler es pesado y rápido. Rápidamente reduce la distancia entre él y Shiwa sin que yo lo note. Siento que la cama colapsa un poco por el peso también.

—¡¿Qué estás haciendo, Luler?! —grita Shiwa.

—Shiwa, oí que los kimonos son una prenda fácil de quitar para los hombres.

—¡¿Qué?! ¡¿Dónde oíste eso?! ¡Espera! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¡Luler, estás demasiado ebrio!!

No sé qué sucede en la cama… ¡pero lo único que veo es el kimono de Shiwa caer en el suelo frente a mí!

No sé en qué momento me desmayé, pero eso es lo último que recuerdo.

4 respuestas a “Villana sanadora – Historia Paralela 5”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido