Traducido por Nidhogg
Editado por Tanuki
Puesto que era responsable de la enseñanza de los niños en la cueva, claro que no era un idiota capaz de contar solo del uno al diez a esa edad. Además, algunos de los cazadores de más edad, como él, eran expertos contando, aunque no sabían mucho de otras áreas. Esto se debía a que contar era una de las habilidades básicas requeridas para las misiones de cacería y la competencia entre los diferentes equipos hacía necesario que al menos uno supiera cómo hacerlo.
Al saber que los niños en la cueva podían contar hábilmente del uno al treinta, el viejo cazador se sintió bastante feliz y contento, además de sorprendido y conmocionado. Le gustaba enseñar a otros, pero, desafortunadamente, en la cima de la montaña, ningún niño necesitaba que él les enseñara.
Con este raro y precioso momento de interés, el viejo cazador prestó especial atención en la enseñanza, mientras él mismo lo disfrutaba. Seguí leyendo “Guerras Primordiales – Capítulo 17: Fresco”