Traducido por Maru
Editado por Sakuya
—No tendrán momentos sencillos después del quinto nivel —Yu ZhiJue observaba continuamente el holograma en la pared, pero en realidad no sabía en qué está pensando Ling Xia. —Si fuera yo, no tomaría ni la mitad del tiempo que pasó para subir esos cuatro niveles. Esas personas que trajo son una carga.
Ling Xia no pudo evitar voltearse y reír ligeramente. Este Gran Maestro probablemente no se dio cuenta, pero a pesar de que tenía la intención de decir esas palabras de manera modesta y humilde, en realidad, sin saberlo, lo implicaba con un ligero significado en desacuerdo.
Cuando Yu ZhiJue lo vio riéndose, su rostro obviamente estaba un poco avergonzado, pero pronto volvió a su expresión neutral. Seguí leyendo “Rehabilitando al villano – Capítulo 67”
La historia de Jiang Li y Guan Xiao Yan ha terminado, pero ¿qué hay de sus hijos?, para saber más de Jiang Xin y Jiang Yu, el reportero Mou Qi, compartió una entrevista realizada a los hermanos.
—¿Cuáles son sus nombres?
—Ya lo sabes —respondió ella.
Seguí leyendo “Boda relámpago – Historia paralela 3: La entrevista”
Traducido por Den
Editado por Nemoné
Corregido por Aurora Blue
—Shiwa… Shiwa, despierta.
—¿Um…? ¿Qué? Ni siquiera es de día…
Mi dulce sueño es interrumpido por Luler en medio de la noche. Debe de ser Luler; porque, si no es él quien me jalonea hasta obligarme a levantarme de la cama, entonces, debe haber alguna energía misteriosa detrás de eso.
Seguí leyendo “Villana sanadora – Capítulo 46”
Traducido por Den
Editado por Nemoné
Corregido por Aurora Blue
—¡Mira esa tienda! ¡Es muy linda! —Akane tira de mi brazo para arrastrarme con ella.
—Es verdad. ¿Es esa una tienda de dulces? —Bella estira su cuello para ver la tienda.
—¿Por qué no entramos? —sugiero—. Acabamos de bajar de un carruaje, así que, antes de comenzar a recorrer el pueblo, estaría bien tomar un descanso.
Seguí leyendo “Villana sanadora – Capítulo 45”
Traducido por Den
Editado por Nemoné
Completamente cubierta de gruesas llamas, la casa se estaba quemando.
Se alejaron para evitar las chispas del fuego y, después de cruzar la saliente isla pequeña, Lydia y Edgar se dirigieron naturalmente hacia la colina. O, para ser correctos, Teresa y Edgar.
Edgar llevaba la caja-tocador. Seguí leyendo “El Conde y el hada – Volumen 4 – Capítulo 7: El sueño del aguamarina”