Traducido por Zacc
Editado por Sakuya
Durante la fiesta de esta noche, no era el anfitrión, sino los invitados, quienes se encontraban inquietos. Las damas y caballeros en sus elegantes atuendos continuaron dando vistazos hacia la escalera de caracol del salón principal, preguntando: —¿Ya? ¿Ahora?
Esto comenzó cuando un amigo del anfitrión mencionó que había alguien que querían que participara sin importar que. Cuando el número de invitados ya había llegado a su límite, pensaron que dicha persona declinaría, pero repentinamente lo reconsideró y aceptó. Por consiguiente, el encargado de esta fiesta se encontraba hecho un nudo de nervios mientras hacía preparaciones para asegurarse de que todo fuera un éxito. Continue reading