Traducido por Shisai
Editado por Shiro
Un gran centro comercial en el parque de Suzhou.
Una mujer baja de mediana edad corría rápido entre las tiendas. Su mano derecha tenía un corte a la altura de la muñeca y sangre brotaba de allí como una cascada. Mientras corría, agitaba constantemente su mano izquierda intacta, haciendo que las mesas y sillas de las tiendas de ambos lados flotaran, estrellándose a su espalda.
Detrás de ella, un arma afilada con forma triangular negra en movimiento cortaba a la mitad todo lo que tocaba; un hombre de negro la perseguía. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 37: ¡Feliz Navidad!”
Traducido por Lucy
Editado por Ayanami
Mientras estaba desconcertada por la sensación de ser observada, con una sonrisa, Miriallia soltó una bomba.
—Hay algo que quiero preguntar a Lady Lidiana por todos los medios. He oído de mi padre que el Príncipe Heredero se enamoró a primera vista, pero… ¿dónde conoció al Príncipe Heredero?
—Eh.
—¡Oh! Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 75: Ella y la fiesta de té (2)”
Traducido por Ichigo
Editado por Ayanami
Fang Yun se escondía sola en la gran casa vacía, con todos los periodistas en cuclillas afuera.
Todas las “pruebas incriminatorias” que utilizó para amenazar a Li Shang habían sido robadas, no quedaba ni un pelo, y su propia “intimidad” había sido desenterrada.
Es difícil imaginar que esto haya ocurrido de la noche a la mañana. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 103: De alguna manera, lo extraño”
Traducido por Herijo
Editado por Dea
Desde ese día, el príncipe heredero dejó de ir a la academia.
Y las pocas veces que asistió, lucía tan ocupado que no tuve oportunidad de hablar con él.
Es como si hubiéramos regresado a esa época antes de las fiestas de té, cuando ni siquiera nos conocíamos. Seguí leyendo “Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 48”
Traducido por Shisai
Editado por Sharon
—¿Cómo estás, Arneau? —preguntó Sora, entrando en mi habitación del hospital.
—Bastante bien —respondí. Me había curado al punto que la mayoría de mis heridas habían desaparecido.
—Que bueno escuchar eso. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 9 – Capítulo 5: Adiós, nos veremos de nuevo (1)”
