Escrito por Maru
Editado por Michi
En colaboración con Tanuki y Nidhogg
Ese día, la luz del atardecer se veía hermosa.
Siempre me había gustado ver el atardecer desde esta alta torre, pero hoy… se veía un poco diferente a lo habitual. Apoyada en el alféizar de la ventana, dejé caer una sonrisa melancólica mientras observaba lo que bañaba la luz del sol del ocaso.
Una ciudad se abría paso majestuosamente hasta donde la vista podía llegar a ver. Al fondo, las amplias murallas custodiaban la metrópolis, antaño diseñadas para repeler todo mal de la ciudad, pero ahora solo eran un símbolo de poder. Intramuros, multitud de edificios organizados en distritos componían la amplia ciudad que ahora se había convertido en la capital de este país, separados por el amplio río que atravesaba la ciudad. Norte y sur; durante mucho tiempo esos fueron los dos distritos principales, hasta que creció tanto que hubo que añadir una nueva distribución. Recordaba los tiempos en los que el norte representó las partes más pobres y el sur las más acaudaladas; aunque ahora todo se había ido aburguesando cada vez más, y aunque en una parte de la fracción norte se seguían encontrando los barrios bajos, prácticamente toda la ciudad era bastante equitativa. Sin embargo, bien podía decir que el sur seguía manteniendo las clases más pudientes, y era también el lugar donde se alzaba este imponente castillo.
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