Traducido por Akatsuki
Editado por Sakuya
—Príncipe Heredero. —Ye Yi Zhe sujetó el cuenco de medicina con una mano y lidio con el ataque del Príncipe Heredero con la otra.
Sin embargo, Shang Wu Xin no se detuvo. Hoy, ella había sido ofendida varias veces, pero en especial estaba molesta con Ye Yi Zhe, ya que se atrevió a ingresar a su habitación sin su permiso. ¿Cómo podría no enojarse con él? Incluso si estaba enojada, no lo mataría solo para desahogar su ira. Ye Yi Zhe estaba desconcertado ya que ambos estaban peleando en la habitación exterior de su dormitorio.
Fue solo cuando Ye Yi Zhe sintió que el cuenco estaba casi frío que se retiró al exterior de la habitación. Solo entonces, entendió que ingresar sin permiso solo molestaría a Shang Wu Xin, por lo que en un futuro le prestaría mayor atención a estos detalles. Seguí leyendo “Príncipe Cautivador – Capítulo 81”
Traducido por Shaey
Editado por Sakuya
—Lippe, ¿acabas de decir que me amas?
El primero en reaccionar con alegría fue el niño en vez de los adultos que aún se tambaleaban por sus pensamientos. Robert derramó lágrimas de alegría, conmovido por las palabras de su encantadora hermana.
—¡Yo también te quiero! ¡Te quiero más que a nadie! Seguí leyendo “La dama bebé – Capítulo 7: Diferente de otros niños”
Traducido por Shröedinger
Editado por Ayanami
Los demonios aparecieron en nuestro camino de regreso.
Normalmente, es casi imposible que aparezcan demonios a lo largo de la carretera.
Esta vez, sin embargo, tuvimos que luchar contra ellos tres veces antes de llegar a la mansión. Seguí leyendo “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 64: Cazando demonios (1)”
Traducido por Shröedinger
Editado por Ayanami
Logramos reunirnos y regresamos a la mansión.
En el carruaje, la señorita Ange quería escuchar la historia de cuando el joven Allen y yo estábamos solos, pero sería problemático hablar de ello aquí, así que decidí relajarme y hacerlo cuando lleguemos a la mansión.
Bueno, además de hablar con la señorita Ange y Sana, también tengo que informar a mi padre. Seguí leyendo “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 63: Una carta de madre”
Traducido por Shröedinger
Editado por Ayanami
Entonces, ¿Qué debemos hacer con estos tres?
No quiero que liberarlos tan pronto.
De todos modos, no quiero involucrarme más. Seguí leyendo “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 62: Paseo (4)”
Traducido por Sharon
Editado por Sakuya
Los picos que estaban por atravesar a Claire giraron de repente. El sonido del aire siendo golpeado a la fuerza era aterrador.
Todas las espinas de tierra se dirigían en una dirección: el sanguinario hombre.
Él se congeló, completamente sorprendido. A pesar de haberla convocado, la tierra ahora le atacaba.
Seguí leyendo “Al borde de lo impresionante – Capítulo 79”
Traducido por Lugiia
Editado por Sakuya
—El Principado de Rinmel tiene cinco familias prominentes, que también son casas ducales: Ferring, Grindal, Sliger, Baskar, y Crow… Estas cinco casas de archiduque tienen el verdadero poder del país e influyen en consecuencia —dice mi padre frente a mí, en voz baja como para ordenar la información en su cabeza.
Regreso mi mirada a los documentos en mis manos.
A veces, aunque quiera pensar, no puede concentrarse. En momentos así, él verbaliza sus pensamientos para organizarlos. Seguí leyendo “Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 81: La familia de mi prometido”
Traducido por Melin Ithil
Editado por Sakuya
—Cof cof.
Durante el invierno de sus 15 años, sufrió de una enfermedad grave. Su habitación estaba en un lugar remoto y las sirvientas debían encender fuego de vez en cuando, sin embargo, la ventana ocupaba dos paredes que no tenían cortinas y era demasiado grande, por lo que la corriente fue tan severa que apenas pudo sobrevivir el invierno. Habría sido natural si no lo hubiera logrado. De pie, en una habitación, fría y remota, tiritaba en las mantas, temblando de fiebre. Los Solen no le habían proporcionado ropa de cama para la temporada invernal, así que tenía que sobrevivir al frío con una manta fina de algodón. Salir al pasillo, en su estado, era un trabajo que requería demasiada determinación. Habría sido bueno que tuviera una sirvienta, necesitaba papel, pero se había acabado. Enrolló la manta en su cuerpo hirviendo, hasta que se sintió con la confianza de salir. La fiebre había estado durante todo el día, el cuerpo le dolía y el frío era difícil de soportar aún con la manta. Seguí leyendo “Ya no te amo – Capítulo 17”