Princesa Bibliófila – Volumen 3 – Arco 1 – Capítulo 2: Semilla en ciernes

Traducido por Maru

Editado por Sakuya


Un rincón del invernadero estaba iluminado con hermosos colores y una atmósfera igualmente brillante. Era temprano en la tarde. Habían pasado dos días desde mi conversación con la reina Henrietta.

Era un día soleado y, aunque hacía frío afuera, había una calidez relajante en el aire que envolvía el invernadero y lo hacía acogedor. La música fluía suavemente entre el sonido de la conversación alegre de las mujeres. Las flores extranjeras florecientes y la nieve blanca prístina apilada afuera, creaban un vivo contraste. Esta vista y la música que la acompañaba mostraban el esplendor y el arte de Sauslind. Seguí leyendo “Princesa Bibliófila – Volumen 3 – Arco 1 – Capítulo 2: Semilla en ciernes”

Crié a un dragón negro – Capítulo 41: Hacia Lunazel

Traducido por Den

Editado por Hime


El Imperio Laurent estaba dividido en nueve provincias, las cuales se clasificaban en diferentes distritos. Cada uno era numerado según su importancia política, económica y social. Los números bajos indicaban la proximidad a la ciudad. Por otro lado, los números altos indicaban la cercanía al campo. Por ejemplo, el primer distrito de Tezeba, la capital, era Azet, donde se concentraban las casas de la alta aristocracia. Mientras que el segundo distrito, Rendia, era donde residía la clase media y baja. Por último, el duodécimo distrito era Hizen, un barrio marginal.

Sorrent estaba entre los diez distritos de la provincia de Lunazel, que era la más alejada de la capital y la que no había sido modernizada, por eso todos los rincones eran tranquilos. No obstante, también había una ciudad bulliciosa: el primer distrito con el mismo nombre, Lunazel. Además, era el destino de los tres viajeros. Para ir a la capital, Tezeba, debían cambiar de tren en ese distrito.

—Creo que me está engañando para que me quede en su cabaña desordenada en Sorrent, señorita Noah. Sé que, al igual que los últimos dos años, ha estado contenta durante los últimos días, pero tengo una investigación que terminar —Kyle la siguió desde atrás, quejándose profusamente. Desafortunadamente, Noah a duras penas entendía su discurso. Los comentarios que hacía, aunque eran incoherentes, ¿no implicaban acaso que no quería causarle problemas? Incluso si no era así, ella se aferró a su suposición. De todos modos, tenía el control de sus pensamientos.

—Entiendo tu preocupación por mí —respondió, pasando las páginas del periódico.

—¿Perdón?

—En realidad, me gustaría quedarme en Sorrent, pero creo que necesito presenciar los sucesos en persona. Para pasar al menos sesenta u ochenta años viviendo felizmente en el futuro, tengo que sacrificar al menos unos meses de descanso.

—No sabía que eras tan apasionada. ¿Por qué falta esa pasión al limpiar la casa? —murmuró en voz baja Kyle.

—No juzgue mis pasiones, Sir. No sabía que era un hombre tan recto. Como investigador, pensé que en cualquier momento recibiría de buena manera a una apasionada testigo como yo.

—Es molesto. Si sigues tambaleándote y colapsando, interferirás con la investigación. La forma en que la dirijo es bastante exhaustiva.

—Qué dulce de tu parte. Sé que estás preocupado por mí incluso si dices eso —Sonrió ante su réplica.

—¿De dónde diablos viene eso…?

—Realmente no tienes que preocuparte. Sigo siendo la maestra del dragón —Se había preparado para cualquier circunstancia complicada que puediera ocurrir mientras se encontraban en la capital; ya que su objetivo era conocer a la heroína, Lenia Valtalere, para completar la impronta sin revelar su verdadera identidad.

—¿Vas a ayudarme, Mu? —Acarició al niño sentado en su regazo. Él asintió con la cabeza varias veces. Pero Kyle frunció profundamente el ceño.

—Nada de matanzas indiscriminadas. Como ya estás en el tren, no puedo enviarte de regreso. Pero nunca permitiré que le enseñes al dragón a cometer crímenes inhumanos —le advirtió él, cediendo.

—No habrán matanzas indiscriminadas. Lo que siempre le pido a Mu es que actúe dentro de los límites de la defensa personal. Lo prometo —aseguró Noah, y volvió a concentrarse en su lectura del periódico, ignorando el profundo suspiro del investigador.

«¿Quién está tras la desaparición del huevo de dragón?»

«Un dragón nacido en esta época. ¿Qué efecto tendrá su presencia en el continente?»

«¿El ministro de magia sigue de vacaciones a pesar de la situación actual?»

Los dragones ocupaban la primera plana del periódico. Noah leyó todos los artículos en caso de que alguno mencionara el nombre de Eleonora Asil o el suyo.

«Hay diez sospechosos. En la lista también están incluidos: Eleonora Asil, 24; Kendrick Babeliona, 34; y James Carnell, 44. A cada sospechoso se le asignó un investigador para comenzar la investigación.» Reveló la agencia en el artículo.

En todo el imperio se publicitaba que “¡Eleonora Asil es la sospechosa número uno!”. Chasqueó la lengua y se volvió hacia Kyle.

—Si va a la capital, por favor informe que he sido investigada diligentemente, Sir.

—Cuando seas convocada, por favor responde sin demora… Incluso si te tratan como una sospechosa durante un tiempo, es mejor que estés bajo la protección de una agencia de investigación. Muchos estarán tras de ti.

—¿Porque soy la dueña del dragón?

—Además, porque estás en el cuerpo de Eleonora. No dejes que la presión te abrume. Pero, por supuesto, no espero que puedas hacer eso, así que simplemente quédate conmigo. Tienes que contarme todo lo que oigas y veas.

Noah asintió. No importaba lo cómodo que fuera tener un dragón con ella, la mejor manera de garantizar su seguridad era obedecer las órdenes del investigador.

—Prometo contarte todo, incluso el más mínimo detalle.

—Gracias por tu cooperación. Bueno, entonces ¿deberíamos empezar con tu relación con Lenia Valtalere?

—Oh, cielos. ¿Has leído el periódico? ¡El ministro de magia se va de vacaciones en medio de una crisis! —Noah enterró rápidamente su rostro en el periódico tan pronto como Kyle sacó su libreta.

—Lo está leyendo al revés, señorita Noah —dijo Kyle, bajando el diario con sus dedos.


Den
Ay, Dios, me encanta la relación entre ellos. Ha mejorado bastante (≧◡≦) ♡

La hija del emperador – Capítulo 16

Traducido por Lily

Editado por Sakuya


Ya han pasado dos meses desde la fiesta de cumpleaños de Kaitel.

Bueno, si alguien me preguntara si hubo un gran cambio en los últimos dos meses, todo lo que puedo hacer es gatear sobre mis rodillas en lugar de arrastrarme por todos lados, y solo podía estar parada sosteniéndome de algo para no caer.

Fue un cambio muy pequeño, pero debido a ello, los sirvientes del Palacio Solace tuvieron que acondicionar cada rincón para que me fuera más fácil andar. Seguí leyendo “La hija del emperador – Capítulo 16”

Princesa Bibliófila – Volumen 3 – Arco 1 – Capítulo 1: Las condiciones de la reina

Traducido por Maru

Editado por Sakuya


—Una situación grave…

Era temprano en la tarde. Afuera, las duras garras del invierno se apretaban alrededor del reino. Sin embargo, yo estaba sentada en la oficina del príncipe Christopher, donde la multitud habitual se había reunido.

Un hombre de rasgos juveniles y cabello color miel, Lord Alan, estaba realizando el mantenimiento de uno de sus instrumentos. El Banquete de la Noche Santa se acercaba rápidamente y habló de realizar su propio programa musical para la ocasión. Seguí leyendo “Princesa Bibliófila – Volumen 3 – Arco 1 – Capítulo 1: Las condiciones de la reina”

Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 36: ¿Pelea de almohadas? ¡Pelea de almohadas!

La ridícula entrega de regalos llega a su fin y todos decidimos volver a nuestras habitaciones; sin embargo, ya que Dirk finalmente se encuentra en mi casa, quiero hacer algo.

—Dirk, hagamos una pelea de almohadas

—¿Pelea de almohadas?

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Un día me convertí en una princesa – Capítulo 91

Traducido por Den

Editado por Sakuya


Sin embargo, sólo porque estuviera acostumbrada, no significaba que no sintiera nada. Cada vez que lo pensaba, me sentía sola.

Ah, está bien. 

Tenía que reconocerlo. Nunca existió un momento en que me sintiera bien sabiendo que Claude me había olvidado. No importaba cuánto tratara de convencerme a mí misma, no estaba bien en absoluto. Me estaba mintiendo. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 91”

La Princesa derriba banderas – Capítulo 92: La angustia de la princesa reencarnada (3)

Traducido por Ichigo

Editado por Sakuya

—Bueno, entonces, ¿qué debo cocinar?

Wolf sonrió, las comisuras de su boca se curvaron ligeramente hacia arriba después de desempacar sus pertenencias. Siempre que se comporta así, no hay duda de que tiene una sonrisa más siniestra escondida abajo. Para ser honesta, no sabía cuál de los dos hombres era el villano aquí.

En cuanto al intruso, se estaba comportando por el momento. Su expresión perezosa era la misma de siempre, aunque sus cejas estaban muy juntas. En contraste con Wolf, que preparaba la comida con calma, era evidente que el hombre se culpaba por su situación actual “¿Qué podría haber hecho?” Prácticamente podía escuchar sus líneas de juego con solo mirarlo. Seguí leyendo “La Princesa derriba banderas – Capítulo 92: La angustia de la princesa reencarnada (3)”

Princesa Consorte Chu – Capítulo 51: La segunda señorita empujó a la señorita mayor (1)

 Traducido por Moux

Editado por Ayanami


Su Qing se dio cuenta de que la anciana tenía una expresión disgustada y sabía por qué. Pero ¿por qué debería mostrarle a la anciana una expresión alegre cuando ella estaba de mal humor? Por lo tanto, con una reverencia floja, saludó

—Nubi saluda a laotaitai —dijo con una voz débil.

Dentro de la habitación, más de un par de ojos estuvo atento a los movimientos letárgicos de Su Qing, además de escuchar el tono impertinente que usó; los sirvientes se quedaron sin palabras por su actitud. Por un momento, el corazón de todos se mostraba ansioso por saber quién ganaría la disputa. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 51: La segunda señorita empujó a la señorita mayor (1)”

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